Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y tratándose de enfermedades de los ojos, la falta es más grave.
Como una medida preventiva, las visitas al oftalmólogo no deben descartarse del cuadro de consultas médicas familiares.
En los niños pequeños, en países civilizados, el control visual se lleva desde que el bebé nace, luego a los seis meses, tres años y al inicio de la escuela primaria, comenta el oftalmólogo Rodrigo Montemayor.
Y de los cinco a los seis años, por ejemplo, se asegura que el niño está en condiciones óptimas para su aprendizaje escolar.
En la edad adulta las consultas no tienen que ser tan frecuentes, pero tampoco dejarse al olvido, y menos cuando siente que algo anda mal.
Ojo rojo
Si el ojo está rojo y se siente irritado, como si se trajera algo dentro, puede deberse a que haya caído algo dentro, algún polvo, o inclusive un alergeno del medio ambiente.
La irritación de los ojos puede ir acompañada de secreción o solamente de lagrimeo.
Si el lagrimeo es constante, es probable que haya algo que esté irritando crónicamente; en el caso de la secreción, puede pensarse en que hay alguna infección en los ojos.
Las infecciones más comunes son debidas a virus que llegan al organismo, y pueden ser los mismos que producen gripa.
Lo típico es que esto no le parezca grave y decida ponerse unas gotitas que le recomendó algún amigo, pero automedicarse no es lo más recomendable.
Generalmente se requiere acudir a revisión, cuando un problema no se ha quitado en dos días, o que el paciente cree que es algo serio, algo fuera de lo normal.
“Hay que tener cuidado con esto, porque de no atenderse, puede que alguna estructura salga dañada.
“Ya sea que la conjuntiva se esté inflamando mucho, o inclusive si es una infección bacteriana, como la queratitis, por ejemplo, eso puede infectar la córnea”.
Si se trata pronto con antibióticos y una serie de medidas específicas, aunque quede alguna cicatriz, puede que la visión no se vea afectada.
Lente limpio, ojo sano
Muchas veces las personas que utilizan lentes de contacto son las que están más propensas a infectarse los ojos, porque si no se tienen los cuidados necesarios, los lentes pueden acumular bacterias.
Hay pacientes que usan lentes de uso prolongado por espacio de dos o tres años, cuando la vida media de un lente de este tipo es de un año, y esto es lo que provoca la infección.
Los lentes que son más propensos a infectarse son los que se guardan en soluciones, en cambio, los que se dejan secos, o los duros, que no requieren soluciones para guardarse, generan menos bacterias.
Revisión
Los pacientes que usan lentes generalmente saben cuándo ya no están viendo muy bien con la graduación que tienen, pero aunque no haya indicios de falla, se les recomienda, se revisen por lo menos una vez al año para actualizar su graduación, ya sea que tengan miopía, astigmatismo, hipermetropía, o cualquier otro padecimiento.
Quienes padecen de miopía, tienen más predisposición a tener agujeros en la retina, o algún problema dentro, por ello es importantísimo el chequeo con el especialista.
Esto solamente un oftalmólogo puede descubrirlo, y si lo hace a tiempo, puede que no llegue a mayores consecuencias.
Un padecimiento lleva a otro…
Tener problemas en la retina puede deberse a golpes, pero lo más común en México es la retinopatía diabética.
Las personas con diabetes tienen problemas de la circulación de la retina, lo cual va a traer complicaciones como las hemorragias o el desprendimiento de la misma retina, que pueden, en algunos casos, llevar a la ceguera.
Con los pacientes diabéticos se recomienda que se revisen por lo menos una vez al año, si el problema con la retina está controlado, si no, tienen que revisarse con mayor frecuencia, cada tres o cuatro meses.
Con el tratamiento de los diabéticos, lo que se hace es mantener la visión que tienen, como hay un daño que se está causando continuamente, probablemente no se da mayor visión, pero sí se detiene el problema donde está.
Hay tratamientos de rayos láser y cirugías para evitar que este tipo de problemas avance, y que se llegue a perder visión.
Hay personas con problemas reumáticos, quienes sufren por consecuencia resequedad en los ojos, y esto debido a que las células van disminuyendo su capacidad de secretar líquidos o lágrimas y eso el ojo lo resiente.
El ojo necesita estar lubricado para no dañarse, por eso, entre menos lubricación se tenga, mayor posibilidad de algún daño.
A estas personas se les recetan lubricantes especiales que se tienen que estar poniendo para suplir la lágrima de manera artificial.
Si hay heridas en la córnea el ojo puede infectarse, y su contenido puede salirse de su lugar, en estos casos se requieren cirugías.
Glaucoma
El ojo tiene una presión diferente a la presión arterial o la presión del corazón, y cuando hay aumento de esa presión, y se daña el nervio óptico, a eso se le llama glaucoma.
A través del nervio óptico es que se da la conducción de todas las imágenes, y si se daña, hay menos trasmisión de imágenes al cerebro, visión borrosa y disminución del campo visual, hasta llegar a producir la ceguera.
Este padecimiento puede llegar a cualquier persona, pero generalmente se dice que entre más edad se tenga, mayor probabilidad hay de que se padezca, y aunque puede haber distintas causas, una de las más importantes es la genética.
También puede haber glaucoma desde los recién nacidos, por golpes, por inflamaciones o medicamentos.
Hay gotas que contienen cortisona o esteroides, de uso común en la oftalmología, pero si las personas se las automedican por mucho tiempo pueden llegar a producir glaucoma.
No todos los tratamientos son iguales, los más comunes son en gotas, pero cuando éstas no son suficiente para controlar la presión, el siguiente paso es la cirugía.
El glaucoma se controla para que no produzca daños a través de la vida, pero ahí sigue estando, solamente se controla para que no de problemas.
Dolor de cabeza
Es común que al pasar mucho tiempo frente a la computadora o el televisor, las personas sientan cansancio en los ojos, esto es porque los ojos tuvieron muy fija su visión en un sólo punto y los parpadeos son menores.
Lo que sucede es que al fijar la vista se cansan los músculos de alrededor del ojo, provocando incluso dolor, pero cuando es la cabeza lo que duele, probablemente haya que irse a checar para ver si son lentes lo que se necesita.
Esto no quiere decir, que la computadora o la televisión lo hayan provocado, sino que ya existía algún vicio de refracción como la miopía o el astigmatismo.
El ardor en los ojos y el cansancio al leer también son indicios de que algún problemita hay con la visión.
Fuente: Reforma
