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Disciplinas clave para la salud mental

Disciplinas clave para la salud mental¿Qué diferencia hay entre un psicólogo clínico y un psiquiatra? El psiquiatra se diferencia del psicólogo clínico en diversos aspectos. El primero, es que el psiquiatra es un licenciado en medicina y el psicólogo clínico es un licenciado en psicología.

Por ello, el psiquiatra considera los problemas del paciente como resultado de que algo no funciona bien en el organismo. Por el contrario el psicólogo clínico se centra en aspectos psicológicos (cómo influyen en el problema las relaciones y situaciones sociales, familiares, las emociones propias y de los demás, la opinión y visión personal que se tiene sobre los problemas, etc.).

Cuando alguien requiere apoyo emocional, puede pensar en acudir con un psicólogo y otros le sugerirán que pida ayuda a un psiquiatra. Estas son algunas diferencias básicas entre las tareas de estos profesionales. Tome en cuenta que algunos trastornos mentales requieren el apoyo de ambos expertos.

Psiquiatría

· Estudios: Licenciatura en Medicina y especialización en Psiquiatría.

· Otras especializaciones: En niños y adolescentes (Paidopsiquiatra).

· Diagnósticos que puede hacer: Ansiedad, depresión, histeria, hipocondriasis, esquizofrenia, trastorno por déficit de atención, trastorno bipolar, autismo, estrés postraumático, entre otros.

· ¿Puede dar psicoterapia?: Sólo si se especializa en psicología clínica.

· Recursos que ocupa para tratar a sus pacientes: Fármacos, y los que se especializan, psicoterapia.

· Otras áreas de trabajo: Investigación.

Psicología

· Estudios: Licenciatura en Psicología.

· Diagnósticos que puede hacer: Depresión, fobias, conductas adictivas, bulimia, anorexia, estados de ánimo derivados de enfermedades como cáncer, diabetes y obesidad, entre otros.

· ¿Puede dar psicoterapia?: Sólo si se especializa en psicología clínica.

· Recursos que ocupa para tratar a sus pacientes: Psicoterapia, nunca fármacos.

· Otras áreas de trabajo: En empresas, para la gestión de los recursos humanos o la selección de personal; en hospitales, para garantizar que se tengan en cuenta los factores psicológicos vinculados a la hospitalización; en marketing, elaborando campañas publicitarias o realizando estudios comerciales; en investigación, para estudiar el funcionamiento psicológico del ser humano en determinadas situaciones.

Fuente: Georgina Montalvo

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