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¿Cualidad o defecto? El Eneagrama

¿Cualidad o defecto? El Eneagrama¿Qué le atrajo a tu pareja de ti, que después se convirtió en una pesadilla? ¿Has pensado en la posibilidad? Todos tenemos virtudes especiales y nos sentimos orgullosos de ellas, pero, a veces, tendemos a exagerarlas. Piensa, por ejemplo, en una persona perfeccionista. Qué mejor atributo para organizar una casa o una familia, ¿no? Peeerooo lleva esa perfección al extremo obsesivo, y se convierte en ¡un terror para quienes la rodean! Así ocurre con cualquier cualidad.

Comparto contigo pequeños fragmentos que Andrea Vargas nos ofrece en su libro (que ¡por fin! salió y que en verdad te recomiendo) El Eneagrama ¿Quién soy? Descubre tu Personalidad y los Secretos para Relacionarte Exitosamente con los Demás.

¿Qué es el Eneagrama? Una maravillosa herramienta de la psicología que nos ayuda a conocer y a entender, de una manera clara y profunda, nuestro tipo de personalidad y el de la gente que nos rodea. Es decir, es un mapa del comportamiento humano que se divide en nueve personalidades. “Nueve formas de ver la vida, percibirla, de filtrarla.

Nueve maneras de sentir, de pensar y de reaccionar. Nueve diferentes tipos de personas que han desarrollado distintos caminos para sobrevivir y sentirse seguros. Todos son válidos y ninguno es mejor que otro”, como escribe Andrea. Y proviene de los Sufis, desde aproximadamente el 2000 a.C.

En el libro encontrarás muchas respuestas a interrogantes tipo: ¿Cómo percibo el mundo? ¿Cuál es la imagen que quiero reflejar ante los demás? ¿Cuál es mi queja interior? Y, entre ellas: ¿Qué le atrajo a tu pareja de ti, que después se convirtió en una pesadilla?

Con el riesgo de que aparente ser superficial, copio fragmentos de testimonios del libro que me parecen interesantes por cotidianos.

Tipo Uno. ¿Eres perfeccionista? “Al principio, se enamoró de mis principios morales, de mis ideales. Le atrajo mi puntualidad, mi orden y mi manera metódica de hacer las cosas: todo en su lugar por colores, tamaños, peso, etcétera. Con el paso del tiempo, llegué a parecerle aburrido, inflexible, criticón y nada divertido, ya que siempre el deber iba antes que todo”.

Tipo Dos. ¿Eres servicial? “Al principio, mi pareja se enamoró de mi parte inocente, extrovertida, complaciente, romántica, buena, servicial y cariñosa. Un tigre con apariencia de gatito asustado que no sabe pedir y sólo sabe seducir para recibir. Con el paso del tiempo, mi pareja se cansó de mi sobreprotección, de sentirse controlada, atrapada y poseída por mí. Se hartó de mi manera indirecta de salirme con la mía, y de mi aparente inocencia ante los males del mundo”.

Tipo Tres. ¿Eres eficiente? “Al principio, mi pareja se enamoró del magnetismo, carisma y seguridad que les proyecto a los demás. Mi gran dedicación al trabajo, esa fuerza interna que me ayuda a no desistir y a llegar a la meta. Con el paso del tiempo, se cansó de mi excesivo trabajo, mi actividad acelerada y esa necesidad de querer probarle al mundo que soy exitoso”.

Tipo Cuatro. ¿Eres hipersensible? “Al principio, mi pareja se enamoró de mi fragilidad y sensibilidad emocional. Le atrajo mi parte soñadora, idealista, mi autenticidad, mis locuras, mi espíritu rebelde. Con el paso del tiempo, mi sensibilidad se convirtió en cambios drásticos de humor que lo acabaron enloqueciendo. Me decía: ‘Estoy harto, eres demasiado intensa, especial y complicada. Nunca sé qué esperar de ti; es como estar en una montaña rusa, llena de subidas y bajadas'”.

Tipo Cinco ¿Eres analítico? En un principio, mi pareja se enamoró de mi objetividad, mi inteligencia, de mi manera tan práctica y fría de ver la vida. Le cautivó lo culto que soy y la perspicacia que tengo para verlo todo, captar lo más importante y poder resumirlo en dos palabras. Con el paso del tiempo, se queja de que no entiendo sus emociones, de que no la apapacho y abrazo de manera efusiva. De que soy aguafiestas y especialista en desinflar cualquier idea, emoción o ilusión.

Tipo Seis ¿Eres cauteloso? En un principio, a mi pareja le cautivó mi deber ser, mi inteligencia para cuestionar, analizar el otro lado de la moneda; de mi manera directa y asertiva de decir las cosas y mi entrega hacia el trabajo. Con el pasar del tiempo, se cansó de mi agresividad, de mi forma tan impulsiva de decir las cosas. Se queja de que mi primera respuesta ante cualquier petición es “no” y de que siempre encuentro algo sospechoso en cualquier comentario.

Tipo Siete ¿Eres entusiasta? A mi pareja le enamoró mi magnetismo para seducir y envolver a la gente con mi forma tan entusiasta de ver la vida. Mis chistes, ocurrencias y forma espontánea de ver la vida, que me convertían en el alma de la fiesta. Después, le hartó que cualquier reunión, invariablemente terminaba en “reventón”. Mis constantes justificaciones y que evadiera temas profundos o tocar fondo a nuestros problemas.

Tipo Ocho ¿Eres controlador? A mi pareja le cautivó mi personalidad arrolladora, mi empuje y fuerza interior para lograr lo que quería. Mi capacidad para controlar y resolver los problemas de todos: papás, hermanos, empleados, etcétera. Con el paso del tiempo, le hartó mi excesivo control. Dice que la envuelvo en mis redes, que me adueño de ella y que, poco a poco, mis impulsos agresivos minaron su personalidad.

Tipo Nueve ¿Eres pacifista? Al principio a mi pareja le atrajo mi gran flexibilidad para adaptarme a todo. ¡Claro que sí, mi amor, lo que tu quieras! Le di un lugar tan importante en mi vida que tomaba decisiones de acuerdo con lo que ella dijera. Con el tiempo, se hartó de mi falta de identidad, de ser aburrido, de mi indecisión ante todo y mi falta de carácter. De no enojarme cuando la situación lo ameritaba.

¿Qué le atrajo a tu pareja de ti, que con el paso del tiempo, se ha convertido en una pesadilla? Sería bueno darle una pensada…

Fuente: Gaby Vargas

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