Cáncer

Contra las náuseas de la quimioterapia

Contra las náuseas de la quimioterapiaLos vómitos y las náuseas siguen siendo el principal efecto secundario de los tratamientos contra el cáncer. La ‘quimio’, la radioterapia y sus usos combinados provocan estos molestos síntomas en los pacientes a pesar de que existen medicamentos para combatirlos.

El problema es que sus efectos no suelen durar más de un día. Un nuevo ensayo clínico ha demostrado la eficacia de un fármaco que, añadido al régimen habitual de dos antieméticos, reduce las náuseas a partir de las primeras 24 horas.

El estudio, patrocinado por la farmacéutica GlaxoSmithKline, se realizó en 77 centros de 22 países con pacientes que tenían un tumor sólido (ovario, vejiga, cérvix, de pulmón de células pequeñas…) que iban a recibir quimioterapia con cisplatino. Este agente, que ha demostrado ser muy útil en el tratamiento de estas patologías, es también uno de los fármacos que más náuseas y vómitos provoca.

Las 810 personas que tomaron parte en el ensayo se dividieron entre grupos. Todos ellos recibieron el tratamiento habitual para evitar estos incómodos síntomas (dexametasona y ondansetrón) y un placebo, en el caso de grupo control. En los otros dos hatajos se añadió además una dosis de casopitant, una antagonista del receptor NK1. En un caso se administró por vía oral y en otro, intravenosa.

Los resultados de este ensayo en fase III, publicados en la revista The Lancet Oncology, indican que los pacientes que recibieron este último fármaco sufrieron menos náuseas que los que no lo hicieron. En concreto, un 80% y 86% de los participantes que recibieron casopitant por vena y boca no tuvieron arcadas ni vómitos ni tuvieron que recurrir a medicamentos de rescate durante las 120 horas posteriores a recibir la quimioterapia. En el grupo control ese porcentaje se quedó en 66%.

En general, los pacientes tratados con este antiemético estaban más contentos con la terapia y creían con mayor frecuencia que los vómitos no habían interferido en su vida diaria. Como nota negativa, eran más propensos a sufrir efectos adversos y a que estos fueran graves. No obstante, se trata de reacciones habituales a la quimioterapia (neutropenia, deshidratación, etc.) y no directamente relacionadas con el casopitant.

Un elevado porcentaje de los pacientes que reciben quimio o radioterapia, solas o combinadas, tiene náuseas y vómitos. Lo habitual es que estos aparezcan hasta cinco días después de cada ciclo, afectando a la calidad de vida del paciente. Los avances en el campo de la farmacoterapia han permitido el descubrimiento de algunos medicamentos capaces de reducir estos síntomas. Pero los antieméticos habituales no suelen tener efecto una vez transcurridas las primeras 24 horas.

De momento, el casopitant parece ser útil para evitar las náuseas tardías. No obstante, “serán necesarios más estudios para demostrar su eficacia en otros pacientes, como los que tienen náuseas provocadas por a radioterapia […] o aquellos tratados con otros agentes quimioterapéuticos”, apuntan los autores.

Fuente: elmundo.es

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