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La EPOC es silenciosa y mortal

Con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) no existe tregua ni prórroga, si no se atiende a tiempo provocará un deterioro en la función pulmonar tan severo que limitará por completo la calidad de vida del paciente.

Un enfermo es incapaz de llevar a cabo las actividades que antes realizaba sin dificultad, incluso las más sencillas, como bañarse, vestirse o subir las escaleras.

En verdad sufren mucho porque disminuye su grado de actividad, rinden menos en el trabajo, no hacen ejercicio y participan menos en las actividades familiares“, señala el neumólogo Otto Bauerle, jefe del Servicio de Inhaloterapia del Centro Médico de Las Américas de Mérida, Yucatán.

Con frecuencia su rutina diaria se ve afectada porque las visitas al médico se vuelven repentinas y se hospitalizan a menudo; además de que la EPOC interfiere con la calidad del sueño y con su vida sexual.

Pero no sólo afecta a los pacientes, también aqueja a sus familiares, porque los enfermos demandan mucha atención y su tos y expectoraciones constantes se vuelven vergonzosas y molestas.

El factor económico repercute enormemente en la familia, porque con el tiempo los gastos que genera el tratamiento se vuelven insostenibles.

“Los pacientes en estadios avanzados llegan a depender de oxígeno suplementario. La renta mensual de un concentrador de oxígeno anda en 2 mil pesos y si se usa un tanque de oxígeno el costo se duplica, más la cuenta de luz, del hospital y los medicamentos”, señala Bauerle.

El especialista explica que la EPOC es una enfermedad grave que limita la salida del aire, dificulta la respiración y desencadena una reacción inflamatoria crónica que se manifiesta como bronquitis crónica y enfisema.

El padecimiento es progresivo y no se cura aunque el individuo deje de fumar; en México representa la quinta causa de muerte, se estima que cerca de 2.2 millones de personas la padece, pero sólo 30 por ciento lo sabe.

Casi 80 por ciento de los casos se origina por el tabaquismo y el resto es producto de la inhalación del humo de la leña, utilizada para cocinar o calentar los hogares, o de gases tóxicos.

Bauerle señala que si una persona tiene más de 40 años, ha fumado o ha estado expuesto al humo del cigarro o de la leña durante más de 10 años y tiene predisposición genética tendrá más riesgo de desarrollar EPOC.

En México, como en el resto de Latinoamérica, la prevalencia de EPOC es mayor en hombres que en mujeres, pero tiene mayor impacto en las mujeres, por lo que se estima que con el tiempo la prevalencia será mayor en el sexo femenino.

El experto también alertó que aunque el pico de la enfermedad se encuentra en adultos mayores de 40 años, debido a que el promedio de edad para empezar a fumar en México es de 12 años, en poco tiempo habrá pacientes afectados a los 25 años.

Fuente: Otto Bauerle

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