Belleza & Piel

Cuida tus lunares

Un lunar puede ser un sex-appeal, pero también podría volverse un peligro si desarrolla malignidad.

Hay lunares que desencadenan lesiones que preceden a un melanoma, pero existen los que sí lo causan, y este tipo de cáncer de piel es de los más agresivos, pues invade rápidamente otros órganos del cuerpo y tiene un alto índice de mortalidad.

No te espantes, no todos los lunares son malignos, pero sí es conveniente que periódicamente los revises y ante algún cambio acudas de inmediato con el dermatólogo.

“Los lunares son células que producen pigmento en la piel y pueden estar localizados en la epidermis, en la dermis o en ambas”, indica Heriberto Vázquez, quien es cirujano dermatólogo.

Existen lunares que aparecen desde el nacimiento y otros se incorporan a lo largo de los años. Éstos pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo.

Los lunares benignos son circulares u ovales, con bordes definidos, pigmentación homogénea y no exceden los 5 milímetros de diámetro.

Si aprendes a examinar tus lunares podrás reconocer tempranamente lesiones malignas.

Para determinar si son benignos o malignos, existe la regla del ABCD, de asimetría, borde, color y dimensión.

A) Cuando la mitad de un lunar es distinta de la otra es motivo para sospechar.

B) También cuando son irregulares. Cuando lo son parecen manchas de tinta esparcida.

C) De igual forma cuando tienen diferentes tonos, como marrón, rojo, negro, café. Son aún más sospechosos cuando dentro del color aparece una mancha.

D) Asimismo, cuando su diámetro es mayor a 5 milímetros.

Más allá del ABCD

Vázquez precisa que en la revisión de los lunares también se deben considerar otros aspectos, como su ubicación.

Por ejemplo, explica el experto, cuando se localizan en la planta de pies y manos están más expuestos a la fricción, situación que aumenta las probabilidades de desencadenar malignidad.

“Esto no significa que todos los lunares de pies y manos deban removerse, pero sí es necesario la evaluación exhaustiva de un dermatólogo.

“Este especialista usa el dermatoscopio para evaluar las características microscópicas del lunar y determinar si existe una tendencia maligna”, afirma.

Los lunares con probabilidades de desarrollar cáncer son extirpados quirúrgicamente.

La muestra que se obtiene se le envía a un patólogo, quien se encarga de revisarla para determinar si es o no cancerígena, señala el experto.

Cualquier lesión reciente, que sangre o cause dolor, también debe ser revisada por un dermatólogo, el propósito es que éste haga un diagnóstico y dé tratamiento.

Para evitar la aparición de lunares:

• Procura no exponerte de manera prolongada al Sol.
• Protégete diariamente con bloqueadores solares.

Fuente: María Torres

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