Escuchar música o la radio a todo volumen con los audífonos puestos podría generar daños auditivos irreversibles.
“El alto nivel de sonido emanado por estos equipos pone en riesgo a las personas de llegar a la hipoacusia (sordera)”, explica Alma Pesquera Romero, coordinadora del Área de Audiología y Otoneurología del Hospital General Regional No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
David Núñez Fernández, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello, agrega que si además los audífonos emiten el sonido con una baja calidad, las personas tienden a subir el volumen para obtener mayor definición, provocando que la distorsión lastime más los oídos.
Aunque el envejecimiento, algunos medicamentos, lesiones en la cabeza pueden causar daño permanente a la audición, el tipo más común de la pérdida total y permanente es la que resulta de la exposición a demasiado ruido.
“La exposición frecuente a ruido alto o moderadamente alto durante un periodo de tiempo prolongado, puede dañar el tejido blando del oído interno; las células y los nervios del oído interno se destruyen”, refiere la página web del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Desórdenes de la Comunicación de Estados Unidos (NIDCD, en inglés).
“La pérdida auditiva está relacionada directamente con el volumen que utilice la persona, si este es singularmente alto por tiempo prolongado disminuirá la capacidad auditiva de manera transitoria, pero si la situación se repite por años pueden padecer una pérdida auditiva permanente”, indica Núñez Fernández.
Los reproductores portátiles, según Pesquera Romero, generalmente se utilizan en una frecuencia de entre 80 y 120 decibeles.
“Muchos adolescentes y jóvenes consideran que subutilizan su tiempo si no escuchan música cuando desarrollan alguna otra actividad física, sin saber que afectan su salud, y si hoy usan audífonos con el volumen muy alto, mañana estarán portando auriculares para la sordera”, advierte la experta.
“Y escuchar con audífonos a alto volumen (aproximadamente a 110 dB), asistir a un concierto de música Rock (aproximadamente a 120 dB) o escuchar un disparo (entre 140 y 170 dB) puede dañar la audición a algunas personas con que esto ocurra unas cuantas veces”, agrega el NIDCD.
Lo ideal es utilizar los audífonos de manera moderada, no más de dos horas al día y con volumen por debajo de 50 decibeles • entre 20 y 30 es lo ideal• , así como acudir por lo menos una vez al año a revisión exhaustiva con un especialista en otorrinolaringología, sugiere Pesquera Romero.
Según el NIDCD, la distancia a la fuente sonora y la duración de la exposición al sonido son igualmente importantes para evitar una lesión. Una regla práctica es evitar sonidos que sean demasiado altos, cercanos o de larga duración.
Incluso es ideal utilizar los audífonos de tipo externo, con orejera, y no los de tipo “tapón”, porque con los primeros se sube menos el volumen, dice Núñez Fernández.
¿Cómo dices?
Si tu respuesta es “sí” a tres o más preguntas, visita a un otorrino o audiólogo.
• ¿Tiene problemas al escuchar por teléfono?
• ¿Tiene problemas para entender una conversación cuando dos o más personas hablan al mismo tiempo?
• ¿Se quejan las personas de que usted sube demasiado el volumen cuando ve la televisión?
• Debe esforzarse para entender una conversación?
• ¿Tiene problemas para escuchar en un ambiente ruidoso?
• Le pide a otras personas que repitan lo que acaban de decir?
• ¿Le parece que muchas de las personas con las que habla murmuran (o no hablan con claridad)?
• ¿Entiende mal lo que dicen otras personas y responde indebidamente?
• ¿Tiene problemas para entender el habla de las mujeres y de los niños?
• ¿Se enojan las personas porque usted no comprende bien lo que ellas dicen?
Fuente: Alma Pesquera Romero, David Núñez Fernández y NIDCD.
