El deseo de mantener una apariencia joven lleva a muchas personas a invertir importantes sumas de dinero en cremas antiarrugas y otros tratamientos de venta libre que prometen reducir las líneas de expresión o revertir los daños causados por el sol.
Sin embargo, es necesario que los usuarios conozcan los aportes de algunos ingredientes contenidos en productos cosméticos.
Las personas deben estar conscientes de que los efectos de los productos estéticos que se utilizan sin control médico son responsabilidad de quien los usa, según refieren las etiquetas.
Para que se puedan vender deben tener cierto grado de seguridad; no pueden tener sustancias o principios activos muy concentrados que puedan implicar un riesgo para la persona. Por lo tanto, sus resultados serán mínimos y no pueden ofrecer, realmente, un resultado conveniente.
Refiere que, aunque algunas cremas o mascarillas pueden servir, nunca tendrán los mismos efectos que tiene un tratamiento recomendado por un especialista.
Por otro lado, información de Mayo Clinic añade que los resultados de un producto antiarrugas dependerán de los ingredientes activos y del tiempo de uso.
Señalan que, al no ser tratamientos personalizados, los beneficios no pueden ser para todo tipo de arrugas porque éstas dependen de la edad, estilo de vida y la herencia genética.
Algunas cremas sí contienen productos activos probados en laboratorios médicos, por lo que sí aportarían beneficios.
Para elegir una crema antiarrugas lo más segura posible, a fin de evitar alguna reacción alérgica, recomienda consultar siempre qué laboratorio la produce, el tiempo de caducidad, que contenga sustancias humectantes, antioxidantes y que sea hipoalergénica.
Los dermatólogos describen los beneficios de algunos de los ingredientes más utilizados en cremas antiarrugas; pero aconsejan seguir las instrucciones del producto y no exceder las cantidades, ya que si sufren alguna reacción indeseada no contarán con el respaldo de un médico especialista.
Fuente: Julio Enríquez Merino y Laura Juárez