El órgano más grande de tu organismo es la piel y si bien la mayor parte de éste se encuentra protegido por la ropa, las partes expuestas son muy susceptibles a riesgos de diferente índole cuando se hace ejercicio al aire libre y sobre todo bajo los rayos del sol.
Cuando realizas actividad física, estas afectaciones van desde simples raspones y cortaduras pequeñas, hasta pecas y lunares o lesiones más graves que puede derivar en cáncer de piel, enfermedad que se presenta en la epidermis y es maligna.
Usar protector solar con el factor más alto posible a partir de un FPS 50, ropa de manga larga y gorra o visera no garantiza que se esté libre de contraer esta enfermedad y por ello la recomendación de expertos en dermatología es disminuir al máximo todas las actividades bajo los rayos del sol.
Para estar prevenidos hay que saber en primera instancia que existen tres tipos de cáncer en la piel: carcinoma epidermoide, melanoma maligno y, el menos agresivo, carcinoma basocelular, y acudir al médico en cuanto se detecten manchitas raras, bolitas o lunares de crecimiento rápido o sangrado.
Existen varias opciones que van desde retirar la lesión en la piel con láser hasta la cirugía y procedimientos con radioterapia o quimioterapia.
El primero se presenta como lunar en forma de bolita que crece muy rápido; en ocasiones parece una coliflor, puede sangrar o presentar ulceración, mientras que el último es un lunar de color café o negro que en ocasiones se ulcera y sangra, aunque es 100 por ciento curable.
Sin embargo, es probable que provoque deformación del sitio en el que aparece, de acuerdo con el aspecto clínico y del tejido que lo compone.
El melanoma maligno es un lunar muy negro que tiene bordes irregulares de crecimiento rápido; puede sangrar, ulcerarse, no se ve infiltrado, pero es necesario tomarle biopsia y remitirlo al departamento de oncología para prescribir el tratamiento adecuado.
En la actualidad el carcinoma basocelular es más frecuente en gente joven, ya que se asolean demasiado al punto de quedar con la piel enrojecida, tratando de obtener una piel bronceada. Esto ocasiona que las radiaciones sean absorbidas por el organismo, lo que puede desencadenar lesiones malignas.
Más vale prevenir
A continuación presentamos algunas recomendaciones para prevenir el cáncer en la piel:
- Todos los lunares que aparezcan deben ser revisados para conocer si son benignos o malignos
- Al no existir síntomas, es de vital importancia observar cualquier cambio en los lunares por mínimos que sean
- Utilizar protectores con un factor de protección solar (FPS) 30 o mayor y que resistan la humedad, para que el sudor no lo retire de la piel
- Si vas a pasar más de una hora corriendo o haciendo ejercicio al aire libre, reaplica protector solar en la piel
- No importa si el día está nublado, los rayos solares pueden afectarte incluso en este tipo de condiciones climáticas
Presta mucha atención a los cambios en textura o coloración que tengas en la piel, por más mínimos que parezcan. Algunos de los primeros signos de cáncer en la piel son los siguientes:
- Aparición de nuevos lunares
- Cambios de color, tamaño y forma de los lunares existentes
- En la mayoría de los casos, al principio no hay síntomas como dolor, comezón o sensibilidad
- Cambios de tono, textura o diámetro en los lunares
- Una llaga que no cicatriza
Fuente: Adrián Basilio