Los amantes del chocolate negro que habían encontrado en los beneficios cardiovasculares que se le atribuyen la excusa perfecta para “pecar” todos los días se van a sentir muy decepcionados.
Un editorial que publica en la revista The Lancet recuerda que muchos de los productos que se venden no contienen flavonoides, los mismos pigmentos vegetales que están presentes en el té verde y en los vinos tintos y que le confieren su cualidad saludable.
En cambio, sí poseen un alto contenido calórico y abundante azúcar, dos enemigos declarados de una dieta sana y equilibrada.
“Las trufas como tratamiento para la aterosclerosis son el producto con el que sueñan los fabricantes de chocolate y los pacientes. ¿Pero está cerca la posibilidad de que este escenario sea una realidad?”. Con estas suculentas palabras se inicia el editorial en el que se evalúa una reciente investigación que ha constatado que el chocolate negro indujo la vasodilatación coronaria y mejoró la función vascular en 11 pacientes trasplantados en comparación con otros tantos receptores que consumieron este manjar pero libre de cacao.
El trabajo, publicado en Circulation, no es el primero en halagar al chocolate por sus beneficios cardiovasculares o su capacidad para reducir la presión arterial. De hecho, una investigación reciente constató que las personas con la tensión arterial elevada, diagnosticadas como prehipertensas, pueden disminuir sus valores tensionales si añaden un poco de chocolate negro a su dieta diaria.
Disimular el sabor amargo
Pero las buenas noticias son sólo para los amantes del chocolate negro. Los adictos al blanco o al que contiene leche no conseguirán ninguna proteccción cardiaca por su ingesta. “Aunque el chocolate negro también puede resultar engañoso, ya que el color oscuro del producto puede deberse al proceso de elaboración de la tableta y no por ello contener flavonoides, que muchas veces se extraen debido a su sabor amargo”, aclara el editorial.
El artículo recomienda a los consumidores que se aseguren de la composición real del dulce, aunque rara vez encontrarán esta información en el etiquetado del producto.
Recuerdan también al lector que el chocolate contiene un exceso de calorías y mucha azúcar, por lo que los que se decidan a cuidar su corazón consumiento este manjar deberían reducir la ingesta de otros alimentos para no sobrepesar las calorías diarias recomendadas. No obstante, determinan que “el mejor mensaje saludable que se puede dar a la población es mantenerse alejado del chocolate, comer sano y equilibrado, ingerir poca azúcar y sal y atiborrarse a frutas y vegetales”.
Fuente: elmundo.es