¿Qué herramientas puede tener un niño de 6 años para cuidarse de un probable abuso sexual? Aunque parezca que no puede repeler semejante amenaza, dotarlos de autoestima y conocimientos básicos de seguridad los puede ayudar a protegerse.
Entre 70 y 80 por ciento de los abusos sexuales se dan dentro del seno familiar, asegura Verenice Ortega, coordinadora del Área de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac).
Los abusadores aprovechan que los niños los creen personas de confianza, pues estos asumen que si sus padres los dejan a su cuidado es porque con ellos están seguros.
“Todos los niños están en riesgo de abuso sexual simplemente por su edad y tamaño, y qué mejor que darles herramientas para enfrentar esta realidad”, agrega la psicóloga.
Jugar y aprender
El 95 por ciento de los niños y adolescentes que acude a solicitar apoyo jurídico y psicológico a Adivac, en la Ciudad de México, conoce a su agresor; de ahí que la asociación aproveche las vacaciones escolares para ofrecer un curso de verano para enseñarles a cuidar su cuerpo.
En cinco sesiones, niños de entre 6 y 12 años, divididos en grupos según su edad, fortalecen su autoestima, aprenden a identificar las partes de su cuerpo, a cuidarlas, a distinguir las caricias agradables de las desagradables y a sospechar quiénes pueden ser agresores.
“Toda caricia que te haga sentir miedo, incomodidad o pena es una caricia no agradable y que no debes permitir, les decimos. El niño es dueño de su cuerpo y no importa que no le toquen sus genitales. Si no le gusta cómo el maestro lo abraza o cómo la tía le toca la cabeza, hay que respetarlo”, comenta Ortega.
Siempre con técnicas de juego, dice la psicóloga, también aprenden a poner límites, aun ante figuras que representan alguna autoridad.
“En la escuela te enseñan a obedecer y obedecer, y si dices que no te griten, lo primero es el regaño que el papá o la mamá refuerzan cuando los mandan llamar; pero si el maestro está haciendo algo indebido, gritarle puede ser válido”, aclara Ortega.
En estos cursos, que inician el 14 de julio, los padres participarán en dos sesiones para que se les dé información, la cual deben reforzar en casa. Enseñarles a los niños a ponerse “al tú por tú” no es el mejor camino, pues su tamaño y fuerza no les permiten dar golpes de la intensidad necesaria para repeler al agresor.
Decirles que hagan “berrinche” si el agresor los empieza a tocar o a retener es efectivo, así como practicar la intensidad con la que se debe gritar para pedir auxilio.
Qué hacer si se pierden y enseñarles las reglas para ir al baño público son otros de los aprendizajes.
Fuente: Verenice Ortega
