Cerca de ocho millones de mujeres de todo el mundo sufren cada año complicaciones peligrosas en su embarazo por infecciones transmitidas sexualmente o por una escasa higiene en sus relaciones sexuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertó el miércoles el progresivo aumento de ese tipo de contagios.
Por ello, responsables de la OMS y del Fondo de la ONU para la Población (UNFPA) han acordado tomar medidas para contener esa tendencia hacia el empeoramiento de las condiciones de salud sexual y reproductiva y reducir su impacto negativo sobre la población, especialmente sobre las madres, niños y jóvenes.
En todo el mundo, aunque mayormente en los países en desarrollo, los deficientes servicios de salud sexual y reproductiva aumentan progresivamente el número de infecciones transmitidas sexualmente, cada año asciende a unos 340 millones de nuevos casos.
Entre las infecciones virales destacan las del VIH, del que se contagian cerca de 4.1 millones de personas al año; así como la del virus de papiloma humano (VPH), relacionado con el cáncer cervical y responsable de la muerte de más de 240 000 mujeres al año. Por lo que se refiere a las infecciones bacteriológicas, la OMS destaca la de Clamydia y la gonorrea, que afectan mayoritariamente a personas entre 15 y 49 años, que la mayoría no recibe tratamiento porque no tiene acceso a esos servicios médicos.
“Hay un verdadero incremento en el número y en el grado de severidad de las infecciones transmitidas sexualmente cada año, especialmente entre los jóvenes”, aseguró el director general en funciones de la OMS, Anders Nordstrom, quien recordó que más de cien millones de infecciones de transmisión sexual se producen cada año en personas entre 15 y 24 años. Parte de esas infecciones podrían evitarse si se aumentaran los medios de planificación familiar, de los que carecen cerca de 200 millones de mujeres en el mundo, o si se redujeran las mutilaciones genitales femeninas, que se cree que son practicadas sobre unos tres millones de niñas y adolescentes.
Por ello, los responsables de ambas organizaciones de la ONU han acordado coordinar iniciativas que refuercen y aumenten la efectividad de los programas nacionales en materia de higiene sexual.
Fuente: EFE