Los países deberían seguir una estricta vigilancia de la evolución de los efectos de la vacuna de la gripe A una vez comenzada la campaña de inmunización ya que la rapidez de su aprobación podría hacer pasar por alto los requisitos de seguridad y eficacia habituales, según un editorial de la revista británica The Lancet.
Los autores del editorial explican que el pasado 7 de julio, el Grupo de Asesoramiento Estratégico de Expertos sobre Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de la vacuna formulada con adyuvantes de aceite en agua y virus vivos atenuados para ayudar a aumentar el suministro global de vacunas y debido a que estos métodos mejoran la protección frente a posibles variantes del virus.
Sin embargo, los autores señalan que existen signos de que Estados Unidos podría no seguir esta recomendación. Según declaraciones de Jesse Goodman, jefe científico y comisario adjunto de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), “el uso de adyuvantes estaría supeditado si fuera necesario o claramente beneficioso”.
El editorial señala en este sentido que “los Estados unidos deben apoyar el uso de métodos para ahorrar dosis y evitar el agotamiento de un suministro de vacunas ya de por sí reducido”.
En el editorial también se apunta que algunos temen que se repita lo que ocurrió en el brote de H1N1 de 1976 en Estados Unidos cuando la vacunación masiva se asoció con complicaciones que detuvieron la campaña y llevaron a que se retirara la vacuna.
El editorial concluye que “los países necesitan evaluar con cuidado los riesgos y beneficios de la aprobación rápida de una vacuna para el H1N1, especialmente dado que la enfermedad está siendo leve hasta el momento y la mayoría de pacientes se recuperan por completo. Deben también asegurar que disponen de mecanismos para la vigilancia posterior a su salida al mercado antes de que se ponga en marcha la vacunación”.
Fuente: elmundo.es