El uso prolongado y frecuente de ecografía (ultrasonido) puede causar anormalidades en el desarrollo del feto de ratones, según un estudio publicado el lunes por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Eso no significa que la ecografía pueda afectar negativamente el desarrollo cerebral de un niño antes de nacer, según aclararon los científicos del departamento de Neurobiología de la Universidad de Yale que realizaron la investigación. La ecografía da una oportunidad a los padres de ver la imagen del bebé y a los médicos determinar defectos que pudieran corregirse antes del nacimiento.
Según los científicos, el examen prolongado del cerebro fetal de los roedores mediante este sistema interfirió con un proceso que se conoce como “migración neuronalâ€, que consiste en un desplazamiento de las células cerebrales.
“La migración neuronal durante el desarrollo es esencial para la corteza cerebral y su funcionamientoâ€, explicó Pasko Rakic, director del departamento de Neurobiología de la Universidad de Yale.
“Hemos observado que un número pequeño pero importante de neuronas en el cerebro embrionario del roedor no migra a la posición que le corresponde en la corteza después de una exposición frecuente a la ecografíaâ€, añadió.
Esta última investigación corrobora otros estudios que habían determinado la posibilidad que el ultrasonido pudiese afectar el desarrollo cerebral, no de manera negativa necesariamente.
En 1993, un estudio publicado en la revista médica The Lancet señaló que existían mayores posibilidades de que fueran zurdos los bebés cuyas madres se habían sometido a la ecografía. Otra investigación indicó que ese tipo de examen había causado una baja de peso de los bebés al nacer, en tanto que un tercer estudio afirmó que las madres sometidas a la ecografía durante el embarazo habían parido niños con mayor capacidad lingüística.
“La magnitud de la dispersión de las neuronas fue altamente variable pero aumentó con la duración de la exposición al monogramaâ€, señaló Rakic.
El científico añadió que las conclusiones del trabajo sugieren que “se realicen más investigaciones en este campo. No tenemos pruebas que la ecografía afecte el comportamiento de los roedores o que afecte el desarrollo del cerebro humanoâ€, indicó.
Fuente: EFE