La diferencia principal entre un resfriado y una alergia es generalmente su tiempo de duración. Usualmente un resfriado dura cuando más dos semanas.
Si persiste durante un mes, quizás deba pensar que es una alergia. Y si siempre ocurre en la misma época del año, está siguiendo un patrón.
Algunos pacientes dicen: ‘A mí siempre me siempre da un resfriado en la primavera y el otoño’. Entonces al preguntarles por sus síntomas, la tupición en la nariz y el estornudo son comunes tanto a los resfriados como a las alergias, pero si se le empiezan a aguar los ojos y a sentir que le pican por más de dos semanas, es otra cosa lo que tiene.
Por otra parte, si tienes fiebre o destemplanza y dolor en el cuerpo, estos son síntomas de un virus más que de una alergia, dice la doctor Lauren Fine, Profesora Asistente de la División de Medicina Pulmonar, Alergia, Cuidados Intensivos y Sueño de la Escuela Miller de Medicina en la Universidad de Miami.
Por lo general, hay cuatro preguntas que nos ayudarán a diferenciar una alergia de un resfriado: ¿Hubo cambio de clima o estación? ¿Los síntomas llegaron súbitamente? ¿No tiene fiebre? ¿Tiene picazón en los ojos y le están llorando? Si la respuesta a algunas o todas estas preguntas es “síâ€, entonces podría haber algún tipo de alergia.
Ciertos individuos tienen alergias debidas al polen que pueden durar solo una o dos semanas, especialmente en el norte cuando algunos árboles están polinizando, y pueden pensar que es un resfriado.
Pero cuando esto se repite todos los años, deben considerar que es algún tipo de alergia que está en el aire.
Algunos virus provocan los resfriados comunes, indica el Dr. James Steckelberg, especialista de la Clínica Mayo, mientras que las alergias de temporada son la respuesta del sistema inmunológico ante la presencia de un alérgeno. El tratamiento también es diferente: para un resfrío Steckelberg sugiere reposo, analgésicos y otras medicinas a la venta sin receta, como descongestionantes, mientras que para las alergias de temporada recomienda descongestionantes así como evitar la exposición a los alérgenos en la medida de lo posible.
Fuente: Lauren Fine y James Steckelberg