Ejercicio Fí­sico

¿El ejercicio reduciría las células grasas abdominales?

El ejercicio podría ser especialmente bueno para reducir el tamaño de las células grasas alojadas en la cintura, incluso más que un tratamiento solo en base a una dieta, según sugirió un nuevo estudio.

¿El ejercicio reduciría las células grasas abdominales?El ejercicio podría ser especialmente bueno para reducir el tamaño de las células grasas alojadas en la cintura, incluso más que un tratamiento solo en base a una dieta, según sugirió un nuevo estudio.

Esto es importante porque la grasa abdominal está relacionada con un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus.

En un grupo de mujeres obesas que fueron sometidas a una dieta restringida en calorías o a dieta más ejercicio, las que realizaban la actividad física lograron reducir el tamaño de las células grasas alrededor del abdomen. En tanto, las participantes que sólo realizaron la dieta no obtuvieron demasiados cambios.

No obstante, ambos grupos perdieron casi la misma cantidad de células grasas en la zona de las caderas.

Los resultados sugieren que el ejercicio “aumentaría especialmente” la disolución de las células grasas abdominales, dijo el doctor Tongjian You, autor principal del estudio.

Es posible, por ejemplo, que factores hormonales hagan que las células grasas del abdomen y las caderas tengan respuestas metabólicas diferentes a la dieta y al ejercicio, comentó el especialista a Reuters Health.

El punto de partida para las personas que quieren bajar de peso es hacer dieta y ejercicio, pero este último sería clave para mejorar y la distribución de la grasa corporal, indicó You.

Los resultados obtenidos por el equipo dirigido por You, de la Escuela de Medicina de la Wake Forest University en Winston-Salem, Carolina del Norte, EUA, fueron publicados en International Journal of Obesity.

El estudio incluyó a 45 mujeres obesas de mediana edad las que se dividieron en tres grupos: uno hizo una dieta baja en calorías, otro sumó a la dieta caminatas a paso moderado tres veces por semana, y el último hizo la dieta más caminatas a paso más intenso tres días a la semana.

A las 20 semanas, los tres grupos habían mejorado el peso y el porcentaje de grasa corporal. Pero las muestras de grasa obtenidas por debajo de la piel confirmaron las diferencias entre los grupos.

En las mujeres de las dos cohortes que hicieron dieta y caminaron, el tamaño de las células grasas abdominales era un 18% menor que al comienzo del estudio, mientras que en las mujeres que sólo modificaron la alimentación no se observaron cambios. Perder grasa abdominal significa algo más que poder usar un talle menos.

Los estudios demuestran que las personas con el cuerpo “en forma de manzana” son más propensas a desarrollar diabetes mellitus y enfermedad cardiovascular que las personas “con forma de pera”, por la acumulación de grasa por debajo de la cintura.

Por lo tanto, las personas que incluyen el ejercicio para perder peso reducirán aún más el riesgo de sufrir esas enfermedades, dijo You.

Además, aunque con la actividad física regular no se pierdan muchos kilos, los cambios en la composición de las células grasas abdominales beneficiarán a la salud, agregó el investigador.

Fuente: International Journal of Obesity

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