Aunque a nadie le guste llorar, las lágrimas son necesarias para mantener en buen estado la salud de los ojos.
Las lágrimas ayudan a limpiar el ojo, a eliminar sustancias irritantes y a mantener la humectación adecuada, señaló en un comunicado.
Cuando una persona no tiene la cantidad ni la calidad suficiente de lágrimas, es probable que padezca ojo seco, una enfermedad que afecta la producción y evaporación de las lágrimas.
El ojo seco, al no contar con lubricación, es más susceptible a infecciones y pierde claridad en la visión.
Los síntomas del ojo seco son dolor, irritación, visión borrosa, ojos llorosos, aumento de sensibilidad a la luz e inflamación de la superficie ocular.
Esto impide realizar actividades como manejar en la noche, leer, trabajar en la computadora y ver la televisión.
En Méxoco, se estima que alrededor de 3.2 millones de mujeres y 1.68 millones de hombres, mayores de 50 años, padecen ojo seco, sin embargo, también puede afectar a niños y adolescentes.
Las principales causas son la edad, deficiencia de vitamina A y la hepatitis C, detalló, aunque también se ha relacionado con la diabetes y el VIH.
El uso de pantallas, teléfonos inteligentes, videojuegos y dispositivos digitales, puede provocar fatiga visual y sensación de sequedad, debido a la reducción de parpadeos por minuto.
Para evitar la resequedad de los ojos, recomendó sentarse a 60 centímetros de distancia de la computadora, mantener el monitor hacia abajo, reducir su brillo y usar lubricantes.
Además, una técnica para impedir que el ojo deje de parpadear mientras está frente a una pantalla.
Se trata de la regla 20-20-20, la cual consiste en poner recordatorios para parpadear, y después, cada 20 minutos, mirar un objeto a 20 pies (6 metros), por 20 segundos.
Fuente: Alejandro Navas,