No se trata de simple inapetencia o de que tienen épocas de antojos, quienes utilizan los alimentos como vía para canalizar emociones causadas por conflictos familiares, escolares, laborales y sociales están en riesgo de padecer anorexia y bulimia nerviosa o trastorno por atracón.
De la población que ya sufre alguno de ellos, el 90 por ciento son jóvenes y el 10 por ciento niños; aunque cada vez se identifican más casos de adultos, sobre todo mujeres.
“A la clínica nos están llegando adolescentes de 14 años que han sido obesos desde los 5 ó 6, con problemas de salud muy severos”, asegura María Eugenia Ibarzábal Ávila, coordinadora de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Médica Sur en la Ciudad de México.
De hecho, una tercera parte de las personas con sobrepeso padecen el trastorno por atracón, y hay que tomar en cuenta que México ocupa el tercer lugar en el mundo por cantidad de mujeres obesas, y el sexto en el caso de los hombres.
Para contrarrestar el imparable, y hasta ahora inevitable, bombardeo social que demanda cumplir con cierta apariencia y control de emociones hay acciones que se pueden tomar en casa.
La recomendación para los padres es que aprendan a identificar conductas específicas en sus hijos, pues el diagnóstico del trastorno se hace cinco años después de que se padece y eso complica la recuperación, señala la experta.
Fuente: Georgina Montalvo