Más que el abrigo, la bufanda y los guantes; los huevos que desayunaste, las tortillas con las que acompañaste tu guisado por la tarde y el bolillo con queso que cenaste, son los que te ayudan a soportar las bajas temperaturas.
Las calorías que proveen estos alimentos permiten que tu “fogata interna” se encienda con la intensidad necesaria para no dejar que el frío cause estragos en su cuerpo.
Obviamente quienes llevan una dieta baja calorías son más vulnerables al frío y están en riesgo de padecer enfermedades propias de la época como resfriado o neumonía, asegura Jorge Barrera, nutriólogo endocrinólogo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
“La temperatura del organismo se mantiene en 36° y medio; pero si el ambiente está muy frío se necesitan quemar las suficientes calorías para mantener ésta”, explica el también presidente fundador de la Barra Médica “Por su Salud”.
Lenta y Rápida Acción
Mientras más nutrientes tenga un organismo, le resultará más sencillo entrar en calor; pero para que su termostato funcione de manera impecable, necesita calorías de lenta y rápida acción.
Las primeras están contenidas principalmente en cereales y leguminosas como papa, arroz, pan, entre otros.
Estas calorías conforman una reserva para que la fogata tome de ellas lo que necesite cuando el cuerpo le pide que entre en acción.
Las de rápida acción están en frutas y verduras, el organismo toma de ellas los azúcares, las vitaminas y minerales que, en combinación, son metabolizados rápidamente para formar un sistema de defensas que no titubee ante cualquier amenaza de infección.
Además, éstas compensan rápidamente el desgaste del organismo por mantener encendida su fogata interna.
Adquiere Disciplina
Si eres de las personas que durante todo el año ha procurado llevar una dieta balanceada, el frío no te pondrá en riesgo de enfermedad.
Debes estar seguro de que tu cuerpo cuenta con todo lo necesario para enfrentarlo y que la ayuda del abrigo, la bufanda y los guantes la tomará como un apapacho para no dejarte sufrir.
Pero si eres partidario del vegetarianismo, recuerda que en esta época puedes relajarte un poco para obtener proteínas de origen animal.
“El ser humano es un ser omnívoro, lo que significa que para su buen desempeño debe consumir tanto alimentos de origen animal como del vegetal; así es que en cuanto el organismo reciba las proteínas animales, las distribuirá y naturalmente se obtendrá mayor protección”, concluye el nutriólogo.
Fuente: Reuters
