La malnutrición infantil se ha convertido ya en un problema de salud pública, pues, a nivel mundial, México ocupa el segundo lugar en niños con sobrepeso; el primero lo tiene Estados Unidos.
La obesidad, el sobrepeso y la anemia, coincidieron expertos, provocan que la población joven sea más propensa a desarrollar enfermedades cronicodegenerativas, como diabetes, hipertensión o aterosclerosis, a más temprana edad.
Durante la mesa redonda “Trastornos Nutricionales en México“, realizada en el marco de Farma Industria 2008, Alfonso Copto, presidente del Colegio Mexicano de Pediatría, aseguró que este problema es el resultado de las pésimas políticas de prevención en salud, así como de la falta de educación en los hábitos alimenticios.
Jorge Hernández, nutriólogo de consulta privada, explicó que 23.7 por ciento de los niños entre uno y 6 años padece anemia, y 26 por ciento presenta sobrepeso.
“Todo esto se debe a una mala nutrición tanto por exceso como por deficiencia. A la larga, esto les traerá problemas de crecimiento y aprendizaje”, indicó.
Una medida primordial es el fomento a la buena alimentación desde el embarazo y la promoción de la lactancia cuando menos los primeros cuatro meses de vida del bebé.
Karen Andriópulos, nutrióloga del Hospital de México, reveló que estudios demuestran que los niños alimentados con fórmula desde el nacimiento tienen mayor tendencia al sobrepeso en años posteriores.
Añadió que a este problema se suma el sedentarismo, ya que en el Distrito Federal los niños tienen sólo 40 minutos de actividad física por semana, y por cada tres o cuatro horas de televisión se incrementa 12 por ciento la posibilidad de padecer sobrepeso.
“Por eso la actividad física también resulta indispensable para combatir los problemas de malnutrición en los niños”, apuntó.
Fuente: Alfonso Copto & Jorge Hernández