¿Tiene alguna alergia el paciente? ¿Estamos de acuerdo en que tenemos que intervenirlo de apendicitis? ¿Hemos marcado el punto de la incisión? Si se realizaran de forma sistemática éstas y otras preguntas el número de problemas relacionados con una operación disminuiría. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud ha publicado las primeras guías quirúrgicas para mejorar la seguridad de las intervenciones.
En todo el mundo se realizan cada año unas 234 millones de operaciones, una por cada 25 personas. Aunque las medidas asépticas han aumentado en la mayoría de países, todavía “unos siete millones de pacientes sufren complicaciones dsepués de una cirugía, de las cuales la mitad podría prevenirse“, según un estudio que publica la revista The Lancet.
Por la creciente preocupación que generan estos y otros datos, se ha llevado a cabo la iniciativa ‘Las prácticas quirúrgicas seguras salvan vidas‘. Dirigida por la Escuela de Salud Pública de Harvard, en este programa han participado más de 200 sociedades médicas nacionales e internacionales y ministerios de salud, con el objetivo de reducir la carga de defunciones y complicaciones prevenibles en las cirugías.
La utilización de la lista casi multiplica por dos las probabilidades de un paciente de recibir una atención quirúrgica conforme a las normas pertinentes. La implantación de este programa en ocho centros piloto ha propiciado notables reducciones de las complicaciones y defunciones dentro del grupo en cuestión. Sin embargo, los datos finales estarán listos a finales de este año.
“Los traumatismos y defunciones prevenibles de origen quirúrgico están suscitando una creciente preocupación”, ha declarado la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS. “Utilizar esta lista de comprobación es la mejor manera de reducir los errores quirúrgicos y mejorar la seguridad del paciente”.
Fuente: elmundo.es