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¿Si un robot te operara la vesícula?

Son varios los especialistas que echan mano de robots para extirpar la vesícula (colecistectomía) mediante laparoscopia. Por ello, la Biblioteca Cochrane ha querido valorar su eficacia en una revisión. La conclusión obtenida, basada en cinco ensayos, indica que estas máquinas igualan la pericia humana pero no la superan.

Los autores de esta investigación, que trabajan en la University College School of Medicine y en el hospital John Radcliffe, en Londres y Oxford, Inglaterra, respectivamente, basan sus afirmaciones en la información de 453 pacientes. De ellos, a 159 se les operó con la ayuda de un robot y 165 contaron con la asistencia humana clásica.

Para extirpar la vesícula biliar mediante laparoscopia (con pequeñas incisiones en la piel), los cirujanos necesitan a un asistente que dirija la cámara que muestra el interior del organismo; mientras tanto, los médicos manejan el instrumental para realizar la colecistectomía. La función de los robots en este tipo de intervenciones vendría a sustituir esa ayuda humana.

En la actualidad, según explican los firmantes del meta análisis, existen varios dispositivos robotizados que se diferencian por su manera de funcionamiento: por infrarrojos, por la voz, con un brazo mecánico… Sobre todos ellos existen datos controvertidos: unos sostienen que disminuyen los posibles fallos de los cirujanos y otros, por ejemplo, que no suponen rentables.

Siendo conscientes de que los estudios analizados presentan un alto riesgo de sesgo, por su diseño, los expertos concluyen que el uso de estos robots iguala la eficacia lograda por los asistentes humanos pero no la supera.

“Aunque la colecistectomía por laparoscopia asistida por un robot parece segura, no ofrece ninguna ventaja significativa sobre la misma cirugía pero intervenida por humanos“, apuntan desde la Biblioteca Cochrane.

En este sentido, los expertos aclaran que todos los ensayos incluidos en la revisión se basaron en operaciones de elección y no de emergencia. Estas últimas suelen requerir procedimientos más complejos, cuentan con un mayor riesgo de complicaciones o con más probabilidad de tornarse en cirugías abiertas, y ya no por laparoscopia.

Fuente: elmundo.es

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