Todos hemos experimentado la sensación de entrar a un lugar e inmediatamente sentirnos acogidos por su entorno. Hay lugares que nos invitan a la plática, a relajarnos. Sin saber por qué, nos sentimos a gusto, en armonía.
Asimismo, hemos estado en sitios donde lo que queremos es levantarnos tan pronto como podamos e irnos. También hay lugares para trabajar en los que nos cuesta mucho concentrarnos. Las primeras impresiones que recibimos de un lugar son muy importantes, pues nos hacen sentir acogidos o rechazados.
Pregúntate al entrar a tu casa, ¿qué es lo primero que se ves? ¿Qué te dice la puerta? ¿Cuál es el primer olor que notas al entrar, flores, humedad, perros, libros? ¿Qué oyes cuando entras, televisión, niños, música, tráfico, sonidos de acuario?
¿Qué impresión general reciben los visitantes acerca de los habitantes de la casa basándose únicamente en la apariencia de ésta? ¿Son cálidos, fríos, distantes, profesionales, solitarios, alegres, ocupados, artísticos, elegantes?
Hay un concepto chino que data del siglo III a. C. que estudia el efecto que tiene el ambiente sobre el ser humano y su comportamiento. Conocida como feng shui, la teoría está muy de moda.
Las palabras “feng shui” literalmente significan agua y viento. El concepto que recibe ese nombre ha sido practicado por los chinos desde hace más de 3000 años. Busca armonizar, equilibrar, organizar un lugar.
No tiene nada que ver con una superstición mística, sino que se basa en conocimientos extraídos de una sabia cultura antigua, sobre la comprensión de la relación estrecha que existe entre nuestra vida y nuestro ambiente. La herramienta principal que se utiliza dentro del feng shui son las investigaciones sobre los efectos del color, la luz y los espacios en el comportamiento humano.
Los resultados de éstas ayudan a crear entornos más armónicos para la casa y el lugar de trabajo. Existen cinco elementos básicos que son capaces de transformar a los hombres: el agua, la madera, el fuego, la tierra y el metal.
Los expertos en feng shui los analizan detalladamente en la misma forma en que los nutriólogos analizan la dieta alimentaria. Los especialistas opinan que variar la posición de una mesa o el color de una pared tiene consecuencias en nuestro ánimo, nos demos cuenta de ello o no. Algunas oficinas en las que los trabajadores se quejan constantemente de cansancio están mal diseñadas.
Con esto en mente, grandes firmas internacionales están remodelando sus instalaciones de acuerdo a las teorías del feng shui. En general, los rascacielos, los centros comerciales y todos los demás bienes raíces se están viendo enormemente influenciados por estas teorías orientales.
A continuación, algunas recomendaciones basadas en el concepto del feng shui.
1.- Lo primero que se requiere es el orden. Hay que lavar esa colcha polvorienta, renovar esa maceta que ahora sirve de cenicero, tirar esa caja de discos y cassettes viejos que nadie oye.
2.- Algunas personas se quejan de insomnio. Es posible que los colores, las formas, las texturas y la colocación de los elementos de su dormitorio sean la causa de su problema. Si antes de dormir vemos una mesa llena de papeles o un montón de ropa sucia, nuestro sueño se verá afectado. El dormitorio debe usarse para recobrar la energía. Por eso, todo lo que le rodea debe emanar paz, armonía y orden.
3.- Es conveniente que la casa esté orientada hacia el sur, por cuestiones de temperatura.
4.- Las construcciones no deben tener puerta de entrada frente al tráfico que viene, ya que el ruido de los coches y las luces perturban la paz.
5.- Las entradas deben ser amplias y estar bien pintadas e iluminadas. Las entradas oscuras y sucias crean sentimientos como confusión, cansancio y miedo.
6.- Los árboles no deben situarse a menos de siete u ocho metros de la casa para no dar una sensación de opresión. En cambio, una vista de plantas desde la entrada mejorará la armonía y el bienestar de los ocupantes. También es bueno sembrar flores, pues simbolizan la paz.
7.- El escritorio o la mesa de trabajo debe estar viendo hacia una ventana que de preferencia dé al oriente, punto cardinal que simboliza el lugar de la luz.
8.- Los aparatos eléctricos, como la computadora, la televisión y el estéreo, deben colocarse fuera de la habitación, o cuando menos lejos de la cama. Producen un exceso de iones positivos que afectan el campo electromagnético. Esto se puede equilibrar, hasta cierto punto, a través de la presencia de agua. Por eso, es conveniente incorporar fuentes o pequeñas salidas de agua a la decoración.
9.- Los espejos deben reflejar siempre cosas agradables, que valga la pena ver, como el cielo o las copas de los árboles. No deben colocarse frente a la puerta del baño o al cubo de basura.
No hace falta tener ninguna creencia especial para comprobar que el feng shui funciona. Basta una cierta apertura en la mente. Lo que no sabemos de la vida ocupa más espacio que lo que sabemos. Ojalá que podamos encontrar armonía no sólo con las personas, sino también en las cosas que nos rodean. ¿No lo crees?
Fuente: Gaby Vargas