Aunque en el proceso de pérdida de peso se piensa que el enemigo es la báscula, lo que hay que tomar en cuenta es de qué está compuesto el peso, y, a partir de ahí, la meta es lograr un balance energético.
Lo esencial es atender un plan personalizado, para de ahí comenzar a perder peso y/o crear masa muscular.
La báscula pasa a ser un tema secundario. No es tan importante cuánto pesas, sino mi peso de qué está compuesto: tengo tanta masa muscular, cuánto tengo de grasa, cuánto tengo de agua, cuántos son todos mis ‘compartimentos’ que componen mi cuerpo. Y a eso se le llama la composición corporal.
Hay que quitar el chip de que el peso es lo más importante, porque cada cuerpo es diferente.
Se alertó a no guiarse por información poco confiable que se difunde en redes sociales y preferir fuentes confiables con evidencia científica.
Dejemos de observar el tejido adiposo y empecemos a observar la masa muscular. La dieta no será restrictiva en una etapa de crecimiento muscular.
Entre los jóvenes, especialistas ven con sorpresa que hay quienes tienen la misma cantidad de grasa y masa corporal.
Es esa persona que le decimos el ‘delgadito aguadito’, que tiene el envejecimiento desde hoy.
¿Se imaginan cuánta masa muscular va a perder en 30 años? ¿Dónde va a quedar? Entonces, la situación con él es prevenir aumentando la masa muscular y para eso se necesita hacer ejercicios de fuerza”.
¿Qué puedes hacer?
Se recomienda:
- Apoyarse en un profesional que evalúe la condición y sugiera un plan de nutrición y ejercicio.
- El balance energético es la meta.
- Las calorías deben estar balanceadas en proteínas, carbohidratos y grasas.
- Consumir alimentos ricos en nutrientes.
- Los suplementos no importan tanto, importan las calorías.
- Disminuir las bebidas carbonatadas altas en fructuosa.
- Caminar 30 minutos al día.
Fuente: Santiago Meléndez
