La piel puede avisarle que está en la antesala de sufrir diabetes o que ya la padece.
Piel seca, verrugas, oscurecimiento y engrosamiento en zonas de pliegues como cuello, axilas, debajo de las mamas, ingle y los nudillos de los dedos son algunos de los indicadores.
Son cambios en la piel que sugieren que hay una alteración en el metabolismo y en el azúcar en las personas que lo presentan.
No obstante, estas manifestaciones también pueden deberse a otro motivos, por lo que, lo ideal, es acudir al médico.
En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 10.3 por ciento de la población adulta tiene un diagnóstico de diabetes, es decir 8.6 millones de personas, sin embargo, hay población que aún no sabe que padece esta enfermedad.
La acantosis nigricans (oscurecimiento y engrosamiento de regiones de pliegues) o las verrugas son sólo predictores de una posible diabetes, pero el descuido de las manifestaciones y no atenderlas puede derivar en una diabetes ya establecida con complicaciones en la piel.
La resistencia a la insulina se desarrolla sobre todo en individuos con una dieta inadecuada y sobrepeso, precede a la diabetes mellitus.
La mayoría tenemos una genética muy alta para padecer diabetes, pero podemos retardar la aparición de la enfermedad si tenemos una dieta balanceada y no somos sedentarios.
Se recomienda primero acudir con el médico familiar, ya que es quien puede detectar los signos tempranos de los cambios metabólicos, y después visitar a un dermatólogo para diagnosticar las manifestaciones de la piel asociadas a la resistencia a la insulina y diabetes.
Fuente: Cristina Cortés