Los varones de avanzada edad que presentan niveles bajos de testosterona en sangre tienen más posibilidades de desarrollar una depresión, según apunta un estudio australiano.
Este trabajo, cuyas conclusiones se publican en el último número de la revista Archives of General Psychiatry, analizó el estado de casi 4,000 hombres de edades comprendidas entre los 71 y los 89 años durante un periodo de tres años.
Dado que la prevalencia de la depresión es mayor en mujeres que en hombres hasta los 65 años —edad a partir de la cual desaparecen las diferencias entre sexos— y que los niveles de testosterona decrecen a medida que pasan los años; los investigadores partieron de la hipótesis de que esta hormona podría ser un importante factor desencadenante de problemas depresivos.
Para llevar a cabo su trabajo, cada individuo rellenó un cuestionario sobre su salud mental y otros parámetros físicos, informó de algunos de sus hábitos, como el tabaquismo, y se realizó varios análisis de sangre para comprobar sus niveles de testosterona total y testosterona libre (la que no está vinculada a ninguna proteína).
Hallazgos
Un total de 203 participantes, algo más del 5% de la muestra, tenían síntomas de depresión. Según los datos de la investigación, estos individuos eran quienes presentaban unos niveles más bajos de testosterona libre.
“Cuando la concentración de testosterona libre es menor de 6 ng/dL, el riesgo de depresión se triplica en comparación con hombres que presentan concentraciones superiores a los 10 ng/dL”, explican los autores en su estudio, quienes remarcan que la asociación permanecía incluso tras tener en cuenta posibles aspectos influyentes, como la edad, el índice de masa corporal o la existencia de un tratamiento previo para la depresión.
“Estos datos sugieren que podría existir una relación causal entre los niveles bajos de testosterona y la depresión en varones de avanzada edad“, apuntan estos investigadores, si bien reconocen que el mecanismo por el que está hormona afectaría al riesgo de depresión aún se desconoce.
Según explican, son necesarios estudios más amplios para determinar si la reducción de una exposición prolongada a niveles bajos de testosterona se asocia con una disminución de la prevalencia de la depresión en varones en la tercera edad. “Si fuera así, los hombres mayores con depresión podrían beneficiarse de una evaluación sistemática de sus concentraciones de testosterona; y, por tanto, la aportación de testosterona podría contribuir a su tratamiento”, concluyen.
Fuente: elmundo.es