Haces ejercicio y tienes una dieta saludable, pero no logras quemar la grasita de la barriga. ¿Te suena conocido? Si lo que buscas es perder peso en la zona del abdomen, hacer millones de abdominales y nada más no te ayudará. Sigue nuestros 12 consejos para deshinchar la barriga.
No olvides hidratarte. Cuando te deshidratas, el cuerpo retiene líquidos. Aumenta tu consumo de agua con un vaso de agua tibia con jugo natural de limón fresco para hacer un diurético casero que ayudará a tu cuerpo a liberarse del líquido extra.
Dile no a la goma de mascar. Tal vez sirva para evitar que arrases con la heladera, pero la goma de mascar es algo engañosa. No solo estarás ingiriendo aire, sino que hará que tu estómago crea que está por llegarle comida, por lo que empieza a generar jugo gástrico. ¿El resultado? Una barriga hinchada.
Haz ejercicio por intervalos. El entrenamiento de alta intensidad por intervalos hace maravillas si quieres bajar de paso. Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, llegó a la conclusión de que entrenar por 60 minutos por semana es tan eficaz como correr siete horas por semana.
Reduce la ingesta de carbohidratos refinados. Los carbohidratos refinados, como el arroz blanco, las pastas y el pan, no tienen fibra saludable, lo que puede causarte problemas en el sistema digestido y generar hinchazón y constipación. Elige siempre las opciones integrales.
Bájale al estrés. El estrés puede tener grandes consecuencias en tu pancita. Cuando el nivel de estrés comienza a subir, también aumenta el nivel de “la hormona del estrés”, el cortisol, y el cuerpo responde agregando un mayor nivel de azúcar en sangre. Pero si no quemas el exceso de azúcar, esta quedará almacenada com grasa… sobre todo en la zona del abdomen.
Dile que sí a los probióticos. Se cree que “la bacteria amigable”, como el lactobacillus, ayuda a matener el sistema digestivo saludable. La falta de consmuo de probióticos puede romper el balance del sistema digestido y eso puede generar dolor o hinchazón abdominal. Comer yogur te ayudará a mantener el sistema en armonía.
Muerde un apio. El apio siempre ha sido el mejor amigo del nutricionista y su composición química, además de su alto contenido de agua, ayudan a que tengas el abdomen plano y tonificado. Esta planta crocante ayuda a regular los intestinos, controla el gas y reduce el nivel de retención. Sin embargo, es mejor comerlo cocido, ya que así es más fácil digerirlo.
Disminuye el consumo de lácteos. Para los bebés, esta es la dieta básica; pero cuando somos grandes, las enzimas necesarias para absorber los nutrientes de la leche desaparecen y el sistema digestivo empieza a hacer demasiado esfuerzo para digerirla. Además, esto genera mucosa y ácido, que quiebra el balance interno y genera hinchazón.
Fortalece tu tronco. Las abdominales funcionan muy bien, pero lo mejor para tener un abdomen plano es tonificar el tronco. Ejercicios como hacer la plancha ayudan a fortalecer el torso, incluyendo la espalda y los músculos del estómago. Con veinte minutos de ejercicio por día alcanzará para que tengas los abdominales que siempre soñaste.
Cero fruta en la cena. Cuando estás a dieta, comer fruta puede ser la opción más saludable, pero la realidad es que la manzana o duranzo después de la cena termina fermentándose en el estómago, generando gases e hinchazón. Además, esa hinchazón te hará sentir que te falta energía, lo que hará que los dulces se vean más tentadores.
Condimenta con vinagre de sidra de manzana. Este es un consejo para deshinchar el abdomen al instante. Al limpiar toda las bacterias dañinas que hay en el estómago, el vinagre de sidra de manzana ayuda a recuperar el balance del pH y reducir la retención de líquidos. Condimenta las ensaladas o los vegetales asados con unas cucharaditas y verás la diferencia.
Adiós a la hinchazón comiendo frijoles. Una dieta con demasiado sodio y poca fibra y potasio generan hinchazón y la mejor forma de combatir eso es comiendo lentejas y porotos. Tanto las lentejas como los porotos son ricos en fibra y las alubias blancas y los porotos de soja son ricos en potasio. Intenta incorporarlos a tu dieta gradualmente, si no estás acostumbrada a consumirlos.
Fuente: Dimitri Otis
Muchísimas gracias por concejos tan buenos y por compartirmelo.
Gracias por participar Anabelle.