Cáncer

Tu alimentación y el cáncer colorrectal

Una alimentación con alto consumo de carnes rojas, alimentos procesados y carnes frías, combinados con inactividad física aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon y recto, advierten especialistas.

Una alimentación con alto consumo de carnes rojas, alimentos procesados y carnes frías, combinados con inactividad física aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon y recto, advierten especialistas.

Investigaciones han encontrado que cocinar las carnes a temperaturas muy altas (freír, asar o cocinar a la parrilla) crea químicos que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer colorrectal, aunque no está claro qué tanto contribuye al desarrollo de la enfermedad.

Por eso se llama a transitar hacia una alimentación que incluya un alto consumo de vegetales, verduras, frutas y granos integrales. Además de hacer actividad física por lo menos 40 minutos tres veces a la semana y evitar el consumo de tabaco para reducir el riesgo.

“Las personas que fuman por mucho tiempo tienen mayor probabilidad de padecer y morir de cáncer colorrectal que quienes no fuman, porque algunas sustancias cancerígenas que se encuentran en el humo se disuelven en la saliva y si se tragan pueden causar cánceres del sistema digestivo”.

Otros elementos que aumentan la probabilidad de cáncer colorrectal son la diabetes tipo 2, antecedentes de pólipos adenomatosos (adenomas), enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (afección en la cual el colon se encuentra inflamado durante un período prolongado de tiempo), así como los antecedentes genéticos.

Factores de riesgo:

  • Tener más de 50 años
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal
  • Estilo de vida sedentario y falta de actividad física habitual
  • Malos hábitos alimenticios; dieta pobre en fibras y rica en grasas
  • Sobrepeso y obesidad
  • Consumo elevado de alcohol
  • Tabaquismo
  • No dar atención a problemas gastrointestinales

Síntomas:

  • Pérdida de peso inexplicable
  • Dolor de abdomen o recto
  • Sensación de no haber evacuado adecuadamente
  • Aumento de gas en el abdomen/sensación de plenitud
  • Cambios en el hábito intestinal (diarrea o estreñimiento)
  • Sangre en heces
  • Materia fecal delgada

Fuente: SSA

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