A pesar de que la vista es el sentido más utilizado, pocas personas tienen la costumbre de realizarse revisiones para detectar anomalías en el sistema óptico.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca del 75 por ciento de los problemas que ocasionaron la pérdida de la capacidad visual y la ceguera, pudieron ser prevenidos y tratados a tiempo.
“Lo recomendable es que las personas menores de 30 años acudan al optometrista a revisión cada año y después de esta edad, cada seis u ocho meses, sobre todo, si tienen un padecimiento degenerativo”, indica el optometrista Roberto Tapia.
El objetivo de dicho estudio es detectar anomalías como miopía, astigmatismo y vista cansada, pues si no se usa la graduación adecuada pueden presentarse irritaciones, resequedad y carnosidades en el ojo.
“En el caso de quienes tienen hipertensión o diabetes, es importante que mantengan controlado su padecimiento, pues de no hacerlo, se puede complicar y presentarse cataratas o retinopatía diabética”, alerta Tapia.
Otros cuidados, que el experto sugiere es realizar ejercicios oculares un par de veces al día.
Estos consisten en desplazar la vista, sin girar la cabeza, de forma horizontal de derecha a izquierda, de arriba a abajo y en diagonal de un lado a otro. Se debe repetir dos veces cada movimiento. “Esto relaja y fortalece los músculos de los ojos”, afirma.
Además, cuando se está por lapsos prolongados frente a la computadora, Tapia aconseja tomar un descanso de cinco minutos por cada hora de trabajo continuo, para fijar un punto a la distancia y parpadear varias veces.
El motivo es que habitualmente se parpadea de 15 a 20 veces por minuto, pero al estar viendo la pantalla disminuye de tres a cinco parpadeos en el mismo lapso de tiempo.
Asimismo, aconseja alejar el monitor a una distancia de 50 centímetros de distancia del cuerpo y no tocarse los ojos con la manos sucias, ya que puede ocasionar infecciones oculares.
Fuente: Roberto Tapia