Para poder entender con mayor claridad el problema del consumo de cualquier tóxico, previamente debemos comprender por qué se llega a depender de estas sustancias y otras cosas.
Para ello hay que apartar las ideas de vicio, inmoralidad, perversión que etiquetan a la mayor parte de las personas con problemas de adicciones. Más bien, es necesario hablar de enfermedad.
Una adicción es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación que impulsa a la persona adicta lejos de todo lo demás que le rodea.
Las adicciones son “dependencias” con graves efectos en la vida, que perturban, deterioran y destruyen relaciones, salud física, mental y la capacidad de funcionar en diversas áreas.
Así, un adicto es una persona “dependiente” de aquella cosa que domina sus deseos, dirige sus pensamientos, su comportamiento y la pretensión de esa cosa se convierte en la actividad más importante de su vida. En estados muy avanzados de adicción, para la persona que la sufre, no hay nada tan importante que la propia adicción.
¿Por qué se convierte la gente en adicta?
Algunas personas ven la adicción como una enfermedad en la cual el adicto se encuentra desesperado y tiene poco poder sobre la causa, inconsciente, de su adicción. Otros ven estos comportamientos adictivos como una elección, es decir, porque ellos son quienes lo han preferido.
Muchas son las opiniones sobre el origen de las adicciones, pero no cabe duda que las principales causas que pueden explicar el alcoholismo, dependencias a otras sustancias, ludopatía, etcétera, son influidas desde la biología propia del individuo, su personalidad y su entorno sociocultural.
Comprendiendo la adicción
Definir exactamente lo que se entiende por adicción es complejo. Muchas personas asocian la adicción únicamente con el alcohol, el tabaco o con el abuso de las drogas, pero es claro que los comportamientos adictivos van más allá.
De hecho la clave de la adicción es una necesidad, una dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, una relación, una actividad o una cosa. De acuerdo con esto, es posible decir que cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.
La secuencia de la adicción
Un adicto no se hace de la noche a la mañana. Existe una progresión en la que primero se realizan conductas y experiencias que posteriormente pueden convertirse en adicciones.
En la mayoría de las adicciones, el uso repetido crea una “tolerancia”, por la cual se necesita más y más de la sustancia o actividad para sentir la “satisfacción” que la adicción facilita.
Eventualmente, el adicto tiene que utilizar la cosa o realizar la actividad, sólo para sentirse “bien”. Esto es lo que realmente significa “dependencia”.
Así, existe una continuidad en la adicción que va desde la preadicción a las etapas avanzadas de dependencia. La progresión desde el uso a la adicción se puede evaluar con dos elementos:
1. El efecto que los comportamientos adictivos tienen sobre el sano funcionamiento psíquico personal.
2. La intensidad de la ansiedad producida por la sustancia, actividad, relación o cosa.
Tomados en conjunto, estos dos factores pueden ayudar a las personas que consuman sustancias adictivas o a quienes les rodean a evaluar la progresión respecto a la adicción.
¿Es posible recuperarse?
Sea física o psicológica, sabemos que se puede vencer una adicción. Millones de personas han sido ayudadas en su recuperación y un sinnúmero de personas permanecen en recuperación de estos graves trastornos durante toda la vida.
Fuente: Ramón Clériga
Es importante que uno mismo ayude a sus hijos.