Asistir con el geriatra antes de los 60 años de edad puede ayudar a las personas a prevenir múltiples enfermedades y tener una vejez con la mejor calidad de vida posible. Esto implica cambiar la creencia de que este especialista se encarga únicamente de atender a las personas de la tercera edad.
Lorenzo García, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, comenta que no se puede fijar una edad para asistir con el geriatra, pero sí se puede afirmar que no se debe esperar hasta llegar a viejo.
“Puede ir a los 45 o 50 años de edad porque, por ejemplo, si aparece la diabetes mellitus en esa etapa lo que el paciente quiere es llegar a ser viejo, aunque sea diabético, pero bien contento y bien compensado”.
El objetivo de la geriatría, explica, es crear la cultura del buen envejecimiento; es decir, envejecer con una adecuada calidad de vida, prevenir la complicación de enfermedades, crear espacios para los pacientes viejos y preparar equipos multidisciplinarios para su atención.
Por eso es prudente acudir con el especialista, para tener una detección anticipada de padecimientos como hipertensión, enfermedad cerebro vascular o demencia.
“El geriatra puede prevenir la complicación de los problemas existentes y evitar las complicaciones tardías de las enfermedades.
“Puede evitar las complicaciones de la diabetes, como la pérdida de la vista o la amputación de algún miembro; puede prevenir infartos o el dolor en las articulaciones”, señala García.
Si alguien tiene 45 o 50 años y ya presenta los síntomas de alguna enfermedad, subraya el médico, es recomendable que asista con el geriatra para que se vaya previniendo y pueda llegar a ser un anciano con una buena calidad de vida.
Fuente: Lorenzo García