Dieta & Nutrición

Bebé lllenito no es igual a bebé sanito

Además de crecer y crecer, durante su primer año de vida los bebés viven un proceso interno del que dependerá su constitución física en la niñez, adolescencia y vida adulta: la formación de los adipocitos.

Bebé Lllenito No Es Igual A Bebé SanitoAdemás de crecer y crecer, durante su primer año de vida los bebés viven un proceso interno del que dependerá su constitución física en la niñez, adolescencia y vida adulta: la formación de los adipocitos.

El número de depósitos de grasa que desarrolla en esos 12 meses es la cantidad que lo acompañará toda su vida, así es que a mayor número de adipocitos, tendrá más posibilidades de padecer sobrepeso u obesidad en cualquier etapa de su desarrollo, explica Ana Luisa Martínez Ortiz, miembro del Programa de Control de Sobrepeso de la Asociación de Terapeutas y Especialistas Multidisciplinarios.

Eso significa que un bebé que come más de lo debido, desarrollará más tejido adiposo que, conforme crezca, aumentará de tamaño si no se toman las medidas necesarias para controlar su alimentación.

Entre las consecuencias de mantener el sobrepeso y la obesidad está la dificultad para realizar sus actividades cotidianas, como sentarse, rodarse e incluso aprender a caminar, según indica Mario Enrique Rendón Macías, jefe de la División de Salud del Niño y del Adolescente de la Coordinación de PREVENIMSS, en un comunicado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Además, este niño va a ser mucho más tranquilo todo el tiempo, va a querer estar dormido o acostado la mayor parte del día, sobre todo después de tomar sus alimentos, por lo que su desarrollo será más lento”, advierte.

En México, según datos del IMSS, uno de cada tres niños (entre 1 y 10 años de edad) presentan sobrepeso u obesidad.

“Gordito”

Los expertos coinciden en que la idea de que un niño “gordito” es un niño sano, aún prevalece entre las familias.

El peso ideal de un niño de 12 meses es de aproximadamente 12 kilos, con un rango de más menos 10 por ciento.

Pasando ese 10 por ciento (13.2 kilos) ya se puede hablar de sobrepeso, y cuando llega a un 25 por ciento más (15 kilos) es obesidad, comenta Martínez Ortiz.

La asociación equivocada que se hace entre “llenito” y salud provoca que los padres no lleven el control de peso de su bebé porque no consideran acudir periódicamente con el pediatra para monitorear el avance en peso y talla del pequeño.

“La visita al pediatra en el primer año de vida debe hacerse por lo menos cada dos meses”, recomienda Martínez Ortiz.

Así, en cuanto se detecte que el peso del bebé sobrepasa el ideal, se podrá planear cómo ayudarlo a ubicarse en un peso sano apoyándose en las actividades que al ir creciendo realizará de manera cotidiana.

“La etapa preescolar es cuando empieza a explorar su entorno: a correr, brincar, coger objetos y baja su nivel de ingesta de alimentos, por lo que si tiene sobrepeso suele reducirlo hasta alcanzar el adecuado”, comentó Rendón Macías.

Atención integral

En las visitas al pediatra se puede investigar si el sobrepeso o la obesidad tienen origen en fallas en el funcionamiento de algunas glándulas que participan en el procesamiento de los alimentos, o es sólo por el tipo de alimentación, señala Martínez Ortiz.

Por lo anterior, algunos casos de sobrepeso u obesidad requieren de atención multidisciplinaria. Si el origen del problema es la alimentación, se puede moderar desde la cantidad de leche que se le da al bebé hasta el consumo de jugos y papillas de carne o verduras, bajo la asesoría de un nutriólogo.

Pero si se trata de un problema de glándulas, se debe recurrir a un endocrinólogo. En ambos casos, el apoyo de un médico en rehabilitación puede ser útil para que diseñe un plan de ejercicios apropiado para el pequeño.

La intervención de psicólogos con formación o práctica en pediatría o psiquiatría infantil es importante si se identifica que el consumo exagerado de alimentos está relacionado con alguna situación anómala en la dinámica familiar, como en la relación madre hijo principalmente, dice Martínez Ortiz.

Los expertos coinciden en que el control de peso y el monitoreo de talla, crecimiento y desarrollo de los bebés, son condiciones básicas para convertirlos en adultos sanos.

Aprende a esquivar las trampas

A menudo el sobrepeso de los pequeños es producto de actitudes que es sencillo cambiar. Inténtelo.

– No lo recompenses por su buena conducta ofreciéndole golosinas o dulces ni intentes frenar el mal comportamiento castigándolo a no tomarlos.

– No impongas la norma de “dejar siempre el plato limpio“. Debes tener en cuenta las fluctuantes curvas de hambre de los niños; incluso los bebés que giran la cara en la dirección contraria a la del biberón o el pecho de sus madres están enviando señales de que ya han comido bastante.

– Si tu hijo ya está satisfecho, no le obligues a seguir comiendo, así reforzarás la idea de que sólo debe comer cuando tenga hambre.

– No hables sobre “alimentos prohibidos” ni elimines por completo todos los dulces y tentempiés favoritos de la dieta de un niño con sobrepeso porque pueden rebelarse y comer cantidades excesivas de esos alimentos a escondidas.

Fuente: kidshealth.orga�o de vida los beb�s viven un proceso interno del que depender� su constituci�n f�sica en la ni�ez, adolescencia y vida adulta: la formaci�n de los adipocitos.

El n�mero de dep�sitos de grasa que desarrolla en esos 12 meses es la cantidad que lo acompa�ar� toda su vida, as� es que a mayor n�mero de adipocitos, tendr� m�s posibilidades de padecer sobrepeso u obesidad en cualquier etapa de su desarrollo, explica Ana Luisa Mart�nez Ortiz, miembro del Programa de Control de Sobrepeso de la Asociaci�n de Terapeutas y Especialistas Multidisciplinarios.

Eso significa que un beb� que come m�s de lo debido, desarrollar� m�s tejido adiposo que, conforme crezca, aumentar� de tama�o si no se toman las medidas necesarias para controlar su alimentaci�n.

Entre las consecuencias de mantener el sobrepeso y la obesidad est� la dificultad para realizar sus actividades cotidianas, como sentarse, rodarse e incluso aprender a caminar, seg�n indica Mario Enrique Rend�n Mac�as, jefe de la Divisi�n de Salud del Ni�o y del Adolescente de la Coordinaci�n de PREVENIMSS, en un comunicado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Adem�s, este ni�o va a ser mucho m�s tranquilo todo el tiempo, va a querer estar dormido o acostado la mayor parte del d�a, sobre todo despu�s de tomar sus alimentos, por lo que su desarrollo ser� m�s lento”, advierte.

En M�xico, seg�n datos del IMSS, uno de cada tres ni�os (entre 1 y 10 a�os de edad) presentan sobrepeso u obesidad.

“Gordito”

Los expertos coinciden en que la idea de que un ni�o “gordito” es un ni�o sano, a�n prevalece entre las familias.

El peso ideal de un ni�o de 12 meses es de aproximadamente 12 kilos, con un rango de m�s menos 10 por ciento.

Pasando ese 10 por ciento (13.2 kilos) ya se puede hablar de sobrepeso, y cuando llega a un 25 por ciento m�s (15 kilos) es obesidad, comenta Mart�nez Ortiz.

La asociaci�n equivocada que se hace entre “llenito” y salud provoca que los padres no lleven el control de peso de su beb� porque no consideran acudir peri�dicamente con el pediatra para monitorear el avance en peso y talla del peque�o.

“La visita al pediatra en el primer a�o de vida debe hacerse por lo menos cada dos meses”, recomienda Mart�nez Ortiz.

As�, en cuanto se detecte que el peso del beb� sobrepasa el ideal, se podr� planear c�mo ayudarlo a ubicarse en un peso sano apoy�ndose en las actividades que al ir creciendo realizar� de manera cotidiana.

“La etapa preescolar es cuando empieza a explorar su entorno: a correr, brincar, coger objetos y baja su nivel de ingesta de alimentos, por lo que si tiene sobrepeso suele reducirlo hasta alcanzar el adecuado”, coment� Rend�n Mac�as.

Atenci�n integral

En las visitas al pediatra se puede investigar si el sobrepeso o la obesidad tienen origen en fallas en el funcionamiento de algunas gl�ndulas que participan en el procesamiento de los alimentos, o es s�lo por el tipo de alimentaci�n, se�ala Mart�nez Ortiz.

Por lo anterior, algunos casos de sobrepeso u obesidad requieren de atenci�n multidisciplinaria. Si el origen del problema es la alimentaci�n, se puede moderar desde la cantidad de leche que se le da al beb� hasta el consumo de jugos y papillas de carne o verduras, bajo la asesor�a de un nutri�logo.

Pero si se trata de un problema de gl�ndulas, se debe recurrir a un endocrin�logo. En ambos casos, el apoyo de un m�dico en rehabilitaci�n puede ser �til para que dise�e un plan de ejercicios apropiado para el peque�o.

La intervenci�n de psic�logos con formaci�n o pr�ctica en pediatr�a o psiquiatr�a infantil es importante si se identifica que el consumo exagerado de alimentos est� relacionado con alguna situaci�n an�mala en la din�mica familiar, como en la relaci�n madre hijo principalmente, dice Mart�nez Ortiz.

Los expertos coinciden en que el control de peso y el monitoreo de talla, crecimiento y desarrollo de los beb�s, son condiciones b�sicas para convertirlos en adultos sanos.

Aprende a esquivar las trampas

A menudo el sobrepeso de los peque�os es producto de actitudes que es sencillo cambiar. Int�ntelo.

– No lo recompenses por su buena conducta ofreci�ndole golosinas o dulces ni intentes frenar el mal comportamiento castig�ndolo a no tomarlos.

– No impongas la norma de “dejar siempre el plato limpio“. Debes tener en cuenta las fluctuantes curvas de hambre de los ni�os; incluso los beb�s que giran la cara en la direcci�n contraria a la del biber�n o el pecho de sus madres est�n enviando se�ales de que ya han comido bastante.

– Si tu hijo ya est� satisfecho, no le obligues a seguir comiendo, as� reforzar�s la idea de que s�lo debe comer cuando tenga hambre.

– No hables sobre “alimentos prohibidos” ni elimines por completo todos los dulces y tentempi�s favoritos de la dieta de un ni�o con sobrepeso porque pueden rebelarse y comer cantidades excesivas de esos alimentos a escondidas.

Fuente: kidshealth.org

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