Los bebés alimentados con leche materna que viven en el hemisferio norte suelen sufrir déficit de vitamina D, el cual puede llegar a ser grave, sugirió un nuevo estudio.
“En las latitudes del norte, como las de la ciudad de Iowa (41 grados norte), la luz del sol es muy baja en el invierno como para que los bebé puedan producir suficientes cantidades de vitamina D por su cuentaâ€, dijo a Reuters Health el doctor Ekhard E. Ziegler, autor principal de la investigación.
Un equipo dirigido por Ziegler, de la University of Iowa, analizó muestras de sangre de 84 bebés de nueve meses. De ellos, a 49 se les suministraba vitamina D, ya fuera a través de fórmula o suplementos, y 35 eran alimentados con leche materna y no recibían ningún suplemento.
Ocho bebés lactados tenían déficit de vitamina D, es decir presentaban niveles del metabolito activo de la vitamina D (25-hidroxivitamina D o 25-OHD) en la sangre por debajo de 11 nanogramos por milímetro. Dos de esos bebés sufrían déficit severo, con niveles inferiores a 5 nanogramos por milímetro.
La falta de vitamina D era mayor durante el invierno (el 37%) que en el verano (2%) y más frecuente en bebés con piel oscura que clara (43% contra el 6%).
Según los resultados publicados en la revista Pediatrics, otro análisis realizado a niños de 4 a 15 meses de edad que eran lactados indicó que esa deficiencia se reduce con el crecimiento.
¿Por qué existe esa alta prevalencia de déficit de vitamina D en un país desarrollado?
Según Ziegler, “al comienzo del último siglo era una práctica común darle a los bebés una cucharada de aceite de hígado de bacalao, es decir, alrededor de 440 unidades internacionales (UI) diarias de 25-OHDâ€.
Cuando se popularizó el uso de la fórmula, se le agregó suficiente cantidad de vitamina D para prevenir esa deficiencia.
“Luego, a partir de la década de 1970, las mujeres volvieron a lactar a sus hijos, pero nunca recuperaron la costumbre de darle algún tipo de suplementoâ€, explicó el investigador. En la actualidad, la Academia Americana de Pediatría recomienda 200 UI diarias de suplemento de vitamina D para los bebés alimentados con leche materna.
“Pero también aclara que esos suplementos no son necesarios si existe una adecuada exposición a la luz solar, que aún no han definidoâ€, agregó Ziegler.
Por lo tanto, el consejo del especialista es darle suplementos de vitamina D a los bebés alimentados con leche materna que vivan en latitudes norte, “al menos en invierno, que en Iowa se extiende de noviembre a mayoâ€.
Fuente: Reuters