La parte interior de la cáscara de la naranja, llamada albedo, contiene carbohidratos y vitamina C, pero es particularmente rica en una fibra soluble llamada pectina, dijo Renee M.
Goodrich, profesora asociada de ciencias alimenticias y nutrición humana, en la Universidad de Florida, EUA. “Empezamos a ver vínculos entre el consumo de esa fibra y la disminución del colesterol“, señaló.
La capa también tiene una variedad de moléculas interesantes que se estudian en busca de posibles beneficios a la salud, comentó Sheldon S. Hendler, coeditor de “The Physicians’ Desk Reference for Nutritional Supplements”.
Un grupo de químicos, llamado flavonoides polimetoxilados, abarca al nobiletin, tangeretin y sinesetin.
Éstos componen el sistema de defensa de la naranja contra hongos, plagas y depredadores, apuntó Hendler, y también podrían tener actividades que contrarrestan el colesterol alto, previenen el cáncer, combaten los hongos y reducen la inflamación.
Entre otros químicos de interés se cuentan los terpenoides de aceites esenciales, citral y d-limoneno, y cuatro antioxidantes flavonoides, llamados hespiridin, neohesperiden, naringin y rutin. “El d-limoneno está bajo estudio como un posible quimiopreventivo del cáncer”, dijo Hendler.
El d-glucarato, también encontrado en la capa, se estudia como un posible agente anticancerígeno, en particular para tumores sensibles a las hormonas, como el cáncer de seno y próstata, apuntó.
Fuente: Claiborne Ray