Expertos en alimentos de Gran Bretaña coincidieron el jueves en que debería incorporarse de forma rutinaria ácido fólico a la harina o al pan, en un intento por reducir el nacimiento de bebés con defectos congénitos.
El consejo de la Agencia de Estándares Alimenticios (FSA, por su sigla en inglés), una entidad gubernamental diseñada para proteger la salud pública y los intereses alimentarios de los consumidores, votó unánimemente a favor de la fortificación obligatoria.
No obstante, los expertos decidieron que tienen que realizarse más investigaciones para averiguar si el ácido fólico, un compuesto sintético de la vitamina B, debería agregarse sólo al pan o a la harina, lo que implicaría también a productos creados en base a harina, como tortas y galletas.
El consejo discutirá los detalles, junto con otros asuntos prácticos como el etiquetado, en su próximo encuentro en junio, antes de realizar una recomendación final al Gobierno.
Los críticos de la fortificación obligatoria consideran que podría presentar dificultades para los panaderos, elevar el precio del pan y anular la elección de los consumidores.
Además, argumentan que el ácido fólico ocultaría las deficiencias de vitamina B12 en los adultos mayores.
Sin embargo, los miembros del consejo de la FSA coincidieron en que los beneficios de la fortificación serían mayores que las preocupaciones que provocaría su implementación.
Se cree que los bebés que nacen de madres que toman ácido fólico de cara a la concepción son menos propensos a padecer defectos del tubo neural, como la espina bífida.
Entre 700 y 900 embarazos son afectados por estos problemas de nacimiento, y la agencia indicó que hasta 160 casos anuales podrían evitarse con la fortificación alimenticia.
La FSA dijo que la actual política de aconsejar a las mujeres consumir ácido fólico adicional cuando están tratando de quedar embarazadas limita la efectividad de la práctica, dado que la mitad de las gestaciones no son planificadas.
Dame Deirdre Hutton, presidente del consejo de la FSA, manifestó que el cambio “ayudará a prevenir los defectos de nacimiento durante el embarazo y tendrá más beneficios para la salud del resto de la población”.
En caso de que se convierta en una obligación, Gran Bretaña se sumará a Estados Unidos, que comenzó a fortificar la harina con ácido fólico hace unos 10 años. Desde entonces, los estadounidenses han observado una disminución de más del 25 por ciento en ese tipo de defectos de nacimiento.
Otros países, como Canadá, Australia, México y Chile, siguieron su ejemplo.
Fuente: Reuters