Cerca del 10 por ciento de niños en países como México sufre asma, enfermedad que inflama y estrecha las vías respiratorias.
Especialistas señalan que es fundamental realizar un diagnóstico oportuno para ofrecer un tratamiento que mejore su calidad de vida.
Dicen que de cada 10 menores diagnosticados, uno padece asma de difícil control, que en algunos casos puede tener consecuencias fatales si no se tiene un buen seguimiento en el tratamiento.
Mencionan que aunque el padecimiento tiene un origen hereditario, los factores ambientales, como la contaminación, favorecen el desarrollo de la enfermedad.
El asma puede afectar gravemente la calidad de vida porque produce sueño interrumpido, ansiedad y estrés.
Se advierte que sólo 17 de cada 100 pacientes son diagnosticados con asma de manera oportuna y en forma adecuada.
El retraso en el diagnóstico se ve reflejado en un pobre control de la enfermedad, que conlleva no sólo un deterioro en la función pulmonar del paciente, sino también de su calidad de vida.
Se indica que los principales síntomas del asma son tos, dificultad para respirar, silbidos y opresión en el pecho, entre otros.
Fuente: Colegio Mexicano de Alergia, Asma e Inmunología Pediátrica