La lactancia materna tiene numerosas ventajas para las mamás y sus bebés, pero estrés puede provocar que las madres que lo sufren produzcan menos leche, lo que complica que amamanten a su hijo.
Todo tipo de estrés interfiere con la hormona oxitocina, que es esencial para la lactancia.
La oxitocina lleva la leche desde las regiones del pecho en las que se produce hasta la areola y el pezón, en donde el bebé puede extraerla y beberla.
Las madres que están ansiosas o sufren dolor secretan unas cantidades muy pequeñas de oxitocina. Como resultado, producen menos leche, según un artículo de la última edición de Diabetes Voice, de la Federación Internacional de Diabetes.
Fuente: Natalia Vitela