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Falta de apetito en los adultos mayores

Si ya pasaste los 40, tal vez has notado que en ocasiones la comida no te sabe o necesitas más condimentos para mejorar el sabor.

Esto no significa que en casa no cocinen bien, en realidad se trata de un síntoma de que te está llegando la edad y tus papilas gustativas comienzan a tener algunas disfunciones provocando que el sentido del gusto vaya decayendo.

La nutrióloga Blanca González García explica que uno de los cambios que llegan con el envejecimiento es la pérdida de los sentidos.

“El sentido del gusto y el sentido del olfato, ambos disminuyen, la vista y el oído también, y como de la vista nace el amor, muchos abuelitos ya no pueden ver sus alimentos y por eso dejan de consumirlos”, dice.

A esta pérdida se suma el estado dental de la persona, pues si no se pueden masticar bien algunos alimentos disminuye el apetito o se consumen otros con menos valor nutrimental.

Ricardo Salinas Martínez, director del Centro Regional para el Estudio del Adulto Mayor (CREAM) del Hospital Universitario de la UANL, explica que la disminución de las papilas gustativas comienza a partir de los 40 años.

“Al faltar (las papilas gustativas) ya no se distingue lo dulce de lo salado o lo amargo de lo dulce“, dice.

También existe una condición llamada “tripa envejecida”, lo que retrasa el vaciamiento gástrico causando que con comer poco se llene el estómago rápidamente.

La nutrióloga agrega que otra razón que favorece la falta de apetito en los adultos mayores es que requieren de socialización.

“La alimentación es un acto social, si comen solos comen menos y lamentablemente muchos están solos y no comen. Es importante que tengan una compañía a la hora de comer para que tengan una mejor nutrición”, indica.

La depresión, enfermedades pulmonares, gastritis, Parkinson, entre otros padecimientos, también pueden ser responsables de la ausencia de apetito.

Mejora tu nutrición

Al igual que en los niños, en los adultos mayores suele confundirse el estar “rechonchito” con estar saludable.

González García indica que es muy común la mala nutrición en la tercera edad, pues o no comen o comen cualquier cosa, provocando no sólo desnutrición, sino también problemas de obesidad.

“La falta de sensibilidad a los sabores, el que no coman o coman mal suele ser un problema porque se excluyen nutrientes esenciales que provocan desnutrición o sobrepeso”, dice la especialista.

El geriatra indica que para contrarrestar el problema es recomendable que los familiares completen la alimentación de las personas de la tercera edad con suplementos alimenticios que hay en el mercado.

Salinas Martínez recalca que para no errar en la alimentación del adulto mayor lo ideal es acudir a un nutriólogo y geriatra para que en conjunto mejoren el estado nutricional de la persona.

Fuente: Blanca González García y Ricardo Salinas Martínez

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1 Comment

  • Muy interesante artículo. Es por estos motivos que considero que la alimentación en los ancianos debe ser controlada por especialistas. Los efectos de una inadecuada nutrición son más notorios en personas mayores por lo que la atención mediante expertos o dietistas geriátricos es fundamental.

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