Existe una prueba médica que permite acceder a los pulmones para diagnosticar o descartar enfermedades de estos órganos o de los próximos a éstos. Además, permite realizar biopsias y saber si un cáncer está extendido o no. Es la broncoscopia.
Pero el inconveniente es que es muy incómoda ya que consiste en insertar un tubo por dentro del organismo del paciente introduciéndolo por la boca.
Aún así, en los últimos años la tecnología ha avanzado mucho y ahora se aplica incluso anestesia.
El doctor Javier Flandes, jefe de la unidad de broncoscopia de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, España, advierte que la broncoscopia cada vez es más tolerada gracias a los avances de la tecnología.
Desde hace 25 años se hace con un tubo flexible y se introduce dentro del cuerpo y permite observar el interior. Además, se sa un sedante. Aún así, el doctor admite que es molesto. La anestesia tan sólo se debe administrar en la garganta.
La prueba “es la más importante para ver el aparato respiratorio“. Esta permite diagnosticar el cáncer de pulmón, permite tomar biopsias y la extensión, si afecta a otros órganos cerncanos al pulmón.
Fuente: Vivir Mejor