Dieta & Nutrición

La primera tarea del día

Así como un buen baño despierta el cuerpo por la mañana, un buen desayuno despierta el metabolismo, proceso químico interno que transforma la energía de los alimentos en combustible.

Así como un buen baño despierta el cuerpo por la mañana, un buen desayuno despierta el metabolismo, proceso químico interno que transforma la energía de los alimentos en el combustible que necesita el cuerpo para entrar en acción.

“Dado que durante la noche pasamos alrededor de ocho horas sin ingerir alimento, es imprescindible realizar una comida a primera hora que ayude a despertar el metabolismo“, explica Marisa Zertuche, licenciada en Nutrición y Bienestar Integral.

“También nos ayuda a tener energía durante el día y a poder concentrarnos”, dice.

Lo ideal es desayunar antes de salir de casa, ya que no debe pasar más de una hora después de haber despertado para realizar la primera comida, recomienda la experta.

Mariano Garcés, chef yogi que imparte talleres de cocina para niños afirma que lo primero que necesita el cerebro para activarse es azúcar.

“Lo ideal es extraerlo de una fruta o de un cereal integral como la avena y el amaranto, no de una galletita ni comida chatarra, sino de algo natural.

“Yo recomendaría prepararles un licuado de agua, amaranto, plátano, arándanos y miel al gusto.

No recomiendo leche porque genera mucosidades e inflamación y el amaranto con el agua ya se hace leche. Además, 100 gramos de amaranto tienen el doble de calcio que 100 mililitros de leche”, explica.

Garcés agrega que el amaranto contiene licina, elemento necesario para la construcción de las proteínas del organismo y responsable de la absorción de calcio.

El amaranto favorece el desarrollo mental y estimula la liberación de la hormona del crecimiento“, detalla.

Un desayuno completo es aquel que provee al organismo de todos los macronutrientes, es decir, nutrientes que suministran la mayor parte de la energía metabólica del cuerpo, como carbohidratos, proteínas y grasas.

Cada macronutriente cumple con funciones específicas en el organismo.

“Es importante incluir los carbohidratos en el desayuno, ya que éstos son la principal fuente de energía para nuestro organismo.

“Sin embargo, es importante combinarlos con proteínas y grasas, ya que de esta manera la sensación de saciedad será más prolongada y evitaremos que el hambre llegue en unas cuantas horas”, agrega Zertuche.

Un desayuno ideal puede ser un sándwich de pan integral con jamón, queso bajo en grasa y verduras acompañado de una fruta o un lácteo, de acuerdo con esta nutrióloga, y se deben evitar los alimentos procesados con azúcar y harinas adicionadas.

Fuente: Marisa Zertuche, Mariano Garcés

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