¿Sabías que cada libra (0.45kg) de peso excesivo ejerce cuatro libras (1.8kg) de presión adicional sobre las rodillas?
Es decir, si una persona tiene 10 libras -o 4.54 kilos- de sobrepeso, sus rodillas resienten el equivalente a ¡40 libras o 18 kilos de presión extra!
La obesidad y el sobrepeso se relacionan con un desgaste temprano del cartílago de las articulaciones, lo que es conocido como osteoartrosis.
Pensemos que el cartílago es como una especie de cerámica que recubre los huesos de las articulaciones, lo que hace que no haya fricción y que el movimiento sea suave.
Entonces, el tener menos cartílago provoca un aumento en la fricción, lo que genera datos de dolor e inflamación.
Tal vez este desgaste no generará fracturas, pero la molestia e irritación que ocasiona sí es capaz de limitar el movimiento de las personas, incluyendo la básica actividad de caminar.
Esta relación entre el peso excesivo y el desgaste temprano del cartílago está avalada por estadísticas, de las cuales las más accesibles e ilustrativas son las estadounidenses.
De acuerdo con el estudio Reduction of Invasive Interventions in Severely Obese with Osteoarthritis After Bariatric Surgery, publicado este año por el US National Library of Medicine del National Institutes of Health, 56 millones de americanos son afectados por la osteoartrosis, 30 por ciento de los cuales viven con obesidad.
Con cada kilo por encima del peso ideal, agrega la investigación, el riesgo de presentar el padecimiento se incrementa al 13 por ciento.
Pero, ¿cuál es la raíz de la conexión entre los kilos de más y el deterioro del cartílago de las articulaciones? Los médicos ofrecen varias teorías.
Una de ellas es por parte de la biomecánica, que dice que el peso excesivo hace que cargues de forma ineficiente el peso en las articulaciones, de forma que el cuerpo debe trabajar el doble o el triple para mantener la postura y la actividad de caminar.
Otra teoría explica que con la obesidad viene un proceso inflamatorio aumentado en todo el cuerpo. Es decir, los mismos kilos de más aumentan la inflamación dentro de las articulaciones, lo que genera los ya conocidos síntomas de dolor, irritación e inflamación.
El cartílago no se puede regenerar. No obstante, existen procedimientos, como las infiltraciones, que forman una especie de cicatriz sobre el cartílago dañado.
Éste no tendrá las mismas propiedades que las nativas, pero los pacientes notarán la mejoría. También, está la opción de un trasplante de cartílago.
Sin embargo, esto podría ser en vano si el paciente no baja de peso, lo cual puede llegar a ser todo un reto.
Es un círculo vicioso porque si, por ejemplo, se le recomiendo al paciente que haga ejercicio para que baje de peso, el desgaste en las articulaciones hará que esa actividad física sea dolorosa y la persona la termine por dejar.
En ese caso, no importa que el traumatólogo recete o haga procedimientos porque el cartílago se volverá a desgastar.
Soluciones
El tratamiento más eficaz contra la osteoartrosis que está ligada con la obesidad es un plan integral de pérdida de peso.
Lo recomendable es someterse a un plan de alimentación y de cambio de hábitos. En el momento en que se va bajando de peso, el paciente puede hacer cierta actividad física controlada.
La recomendación es ejercicio que no involucre estrés en las articulaciones, como natación, bicicleta, elíptica o remo. El perder el peso resta estrés a las articulaciones, evitando el desgaste temprano del cartílago.
En caso de que sea opción, la cirugía bariátrica también contribuye a tratar el problema de la osteoartrosis.
Fuente: Arthritis Foundation en Estados Unidos y Víctor López.