Stephen Gill, uno de los máximos expertos mundiales en gérmenes, expresó en la revista Science que el organismo del hombre es “una especie de amalgama, una mezcla de bacterias y células humanasâ€. Gill realizó esta afirmación luego de estudiar el ADN de centenares de bacterias diferentes del intestino humano.
Su investigación, realizada conjuntamente con un equipo del Instituto para la Investigación del Genoma, en el estado norteamericano de Maryland, permitirá el desarrollo de estudios sobre la obesidad y sintetizar nuevos fármacos “a medidaâ€. “Somos una especie de amalgama, una mezcla de bacterias y de células humanas.
El 90% de las células de nuestro cuerpo son efectivamente bacteriasâ€, escribió Gill, un biólogo molecular que enseña en la State University of New York de Buffalo (EE.UU.). Según el científico, “el hombre depende enteramente de esta población de microbios para su bienestar. Un cambio en esta población, que es el preludio a la ausencia de bacterias benéficas, puede dar lugar a defectos en el metabolismo con el consiguiente surgimiento de enfermedades a nivel intestinalâ€.
Las bacterias comienzan a colonizar el intestino poco después del nacimiento, y un individuo adulto lleva consigo hasta 100,000 millones de especies diferentes cuya tarea principal es ayudar a la digestión.
El estudio de Gill está basado en las heces de tres individuos adultos y cuyo equipo analizó el ADN descubriendo que un número sorprendente provenía de bacterias.
Comparando las secuencias genéticas a las de las bacterias conocidas y al genoma humano, descubrieron que el llamado microbioma del colon (la suma del material genético de los microbios del intestino delgado) incluye más de 60,000 genes, el doble del encontrado en el genoma del hombre. “De todas las secuencias del ADN solamente el 1,5% no era bacterianoâ€, afirmó Gill. Los donantes eran todos individuos sanos quienes por espacio de un año no ingirieron antibióticos.
Ahora Gill apunta a ampliar el estudio a unas veinte personas, usando individuos de diverso origen, etnias y hábitos alimentarios, fumadores y no fumadores, para explorar no solamente los intestinos sino también las bacterias presentes en la boca.
Fuente: Science