Hmmm, un helado con chocolate. La dieta supuestamente empezaría hoy, pero por supuesto que puede esperar hasta mañana… o quizá pasado mañana.
Muchas personas saben qué es bueno para ellas, pero deciden hacer exactamente lo opuesto, especialmente en lo que se refiere a la dieta y el ejercicio. Los investigadores indagan en el cerebro para descifrar qué está detrás de esta falta de autocontrol.
Ubicar la impulsividad y la fuerza de voluntad en el cerebro no es sencillo. Los científicos todavía están en las primeras etapas de descifrar cómo miles de millones de células llamadas neuronas generan resultados particulares, y qué circuitos hacen qué. Pero experimentos recientes han dado algunas pistas.
Cuando las personas que intentan perder peso se confrontan con opciones de comida, parece que hay dos grandes factores en su decisión: el sabor y la salud, dijo Todd Hare, profesor de Neuroeconomía en la Universidad de Zurich, en Suiza.
Las personas que hacen dieta y no pueden alejarse de los dulces dicen que intentan comer saludablemente, pero “parecen incapaces de alejarse de la representación más automática y fuerte del saborâ€, dijo Hare.
Los problemas de autocontrol, como comer y gastar en exceso, ¿son el resultado de una falta de fuerza de voluntad, de la incapacidad de hacer un compromiso previo, o de ambas?
Con imágenes de resonancia magnéticafuncionales (fMRI, por sus siglas en inglés), los científicos pueden ver cómo una región del cerebro llamada la corteza prefrontal ventromedial se activa al valorar opciones en predicamentos como este.
La corteza prefrontal ventromedial también parece estar involucrada en ciertas decisiones monetarias. Por ejemplo, cuando los investigadores les presentan a los participantes la opción de aceptar una recompensa mayor más tarde o una recompensa menor inmediatamente.
Los científicos también ubicaron una segunda área cerebral importante para estos tipos de decisiones: la corteza prefrontal dorsolateral. Hay más actividad en esta región cuando los participantes seleccionan opciones que parecen mejores para ellos a largo plazo: el alimento saludable o la mayor recompensa monetaria que llegará después.
La interacción entre estas dos regiones cerebrales; la corteza prefrontal ventromedial y la corteza prefrontal dorsolateral, es más fuerte para las personas que muestran un mayor autocontrol con el dinero o la comida, dijo Hare.
“Trabajan juntas para moldear la manera en la que tomas tus decisionesâ€.
Los científicos también investigan áreas cerebrales asociadas con rechazar las tentaciones.
La neurocientífica de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, Molly Crockett, y sus colegas sugirieron en un estudio a principios de este año que el “compromiso previo†(restringir voluntariamente el acceso de uno a la tentación), es más efectivo que la fuerza de voluntad para lograr el autocontrol.
En el experimento, los hombres calificaban, según su preferencia, una serie de imágenes eróticas.
Posteriormente podían decidir por adelantado no ver las imágenes a las que dieron calificaciones más bajas. A cambio, podrían ver las imágenes calificadas altamente después de un retraso de tiempo considerable. Esto se llama “compromiso previoâ€.
En una tarea diferente, los hombres tenían que utilizar la fuerza de voluntad para resistirse a ver las imágenes calificadas pobremente, mientras esperaban las imágenes calificadas altamente. En promedio, la estrategia del compromiso previo tuvo mejores resultados.
Actualmente, no tenemos medicamentos diseñados para atacar las deficiencias cerebrales asociadas con la falta de autocontrol.
Pero, en teoría, un medicamento del futuro podría estimular áreas cerebrales clave para ayudar a las personas con problemas de autocontrol a hacer dieta o ahorrar dinero.
Fuente: CNN