Prometen un rostro luminoso, un aspecto más joven, una piel tersa y suave… Aseguran combatir las líneas de expresión, las arrugas y las manchas. Pero, ¿cómo? Las distintas marcas de cosméticos hablan de innovadoras tecnologías, de vitaminas y minerales, de principios activos e ingredientes reestructuradores con los que “atenuar las arrugas, tensar los rasgos y conseguir un aspecto aterciopelado”.
“El cuidado de la piel y los cosméticos forman parte de nuestras vidas desde tiempos ancestrales, pero fue en 1980 cuando comenzaron a introducirse nuevos ingredientes en la formulación de los productos cosméticos con el objetivo de luchar contra los signos del envejecimiento”, explica Sian Morris, responsable científica de Olay en Europa.
Durante estos últimos años, la investigación desarrollada por las distintas marcas de cosméticos se ha volcado en la lucha contra las señales de la edad y ha posibilitado la introducción de un sinfín de principios activos e ingredientes cuyo objetivo es regenerar la actividad celular de la piel.
Con el paso del tiempo, la regeneración celular es más lenta, por lo que se produce menor cantidad de elastina y colágeno, las dos fibras responsables de la elasticidad y la firmeza de la piel. Esta situación inevitable, inherente a la condición humana, sumada a la exposición solar acumulada a lo largo de los años anteriores, facilita la aparición de las arrugas, las líneas de expresión, las manchas de la edad, la pérdida de firmeza y la deshidratación.
“La piel es nuestra barrera de defensa y de relación con el exterior, por lo que debemos mantenerla en perfecto estado. Para ello, es necesario nutrir las células de la piel”, puntualiza Manuel López, farmacéutico y director de comunicación de la compañía Pierre-Fabre. “Un cosmético es importante para mantener la piel suave y limpia y para ayudar a su cuidado”, explica por su parte Ricardo Suárez, dermatólogo del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
Terminología científica en la venta de cosméticos
Precisamente pensando en las necesidades de la piel, las distintas casas ofrecen productos hidratantes, antienvejecimiento, limpiadores, protectores solares… Detrás de cada línea y de cada cosmético existe una amplia terminología científica: principios activos, fito-hormonas vegetales, propilen y butilenglicol, ingredientes bio-estimulantes, microtecnología bio-activa, péptidos, complejo activo rico en antioxidantes…
“En la formulación de los productos cosméticos se introducen diferentes activos como pueden ser el retinol, el Proxylane o filtros solares como el Mexoryl, que son los verdaderos responsables de la eficacia del producto cosmético”, explica Consuelo del Cañizo, directora científica del grupo L’Oreal.
Las campañas publicitarias de estas compañías utilizan términos como los anteriores y consiguen posicionar y diferenciar sus productos del resto. Pero, ¿se trata sólo de marketing? “El consumidor demanda cada vez mayor información y tiene más conocimiento en esta materia”, explica Manuel López. “Las mujeres demandan productos más eficaces y por esta razón las alternativas se multiplican. Debemos facilitarles más información para ayudarles a elegir”, añade Sian Morris.
Las compañías justifican el uso de términos científicos por la mayor demanda de información por parte de sus potenciales clientes, pero hay quien desconfía en este mercado repleto de promesas. “Hay mucho marketing y falsedades en este sentido. Hacer llegar una molécula de colágeno a la dermis es como atravesar el atlántico en piragua”, opinan algunos dermatólogos. “Aunque estos términos, dudosamente científicos, son atractivos, hay muy poco con utilidad demostrada. De hecho, cada vez son más frecuentes las alergias manifestadas a los cosméticos”, añaden.
“Existen algunas moléculas que ya han demostrado prevenir el envejecimiento de la piel como son el ácido retinoico y el ácido glicólico. Sin embargo, su uso requiere la supervisión por un especialista, ya que pueden llegar a ser muy irritantes y obtener un efecto contrario al deseado”, comenta Virginia Sánchez, dermatóloga del Centro Médico Averroes (Majadahonda, Madrid).
La realidad de las promesas
Los expertos de las distintas marcas de cosméticos insisten en que cada producto es diferente de los demás, no por la introducción de un nuevo componente sino por la síntesis de varios. “La elección y la combinación de los ingredientes es fundamental. Por ejemplo, niacinamide y retinol actúan sobre las líneas de expresión y las arrugas, pero gracias a su combinación, el primer compuesto ayuda a que el retinol no cause irritaciones en las pieles sensibles”, explica Morris. “No es sólo el componente como tal, sino la incorporación a una fórmula lo que hace que el producto final sea más activo”, concluye Manuel López.
Dependiendo del tipo de molécula, el producto se orientará a distintos efectos. “El ácido hialurónico, por ejemplo, interviene en los procesos de hidratación de la piel y el retinol es un antiarrugas”, explica Consuelo del Cañizo. Según la información facilitada por otras marcas cosméticas, la concentración de calcio fortalece y reafirma la piel, el complejo de glucosalina mejora las manchas de la edad, las vitaminas y los minerales activan el proceso de renovación de la piel, los filtros solares protegen del envejecimiento prematuro, los péptidos estimulan la producción de colágeno y las microperlas vegetales deshidratadas se alojan en las arrugas y las rellenan, “al retener el agua de la piel”.
En todo esto, la investigación desempeña un papel fundamental. “Dedicamos una gran inversión de tiempo y dinero en estudiar productos más eficaces contra los signos del envejecimiento. Para ello es importante estudiar y entender los cambios que ocurren en nuestra piel y su interacción con distintos ingredientes”, explica Sian Morris.
“Estudiamos los productos naturales que se utilizan desde hace mucho tiempo para obtener los activos más puros y efectivos. Pero ahora, la investigación se extenderá al mundo marino, donde nos falta mucho por descubrir”, dice López.
Por un lado, la investigación cosmética trabaja cada día en la consecución de la regeneración celular de la piel para conseguir una mayor producción de colágeno y elastina, retrasando así los signos del envejecimiento. Por otro, sus detractores desconfían de la capacidad de aquellos componentes que se introducen en este tipo de productos para retrasar los signos naturales a la condición humana.
Quizás una futura investigación pueda aportar información más clara. Lo que sí es cierto es que, según los especialistas, la piel requiere un cuidado, una limpieza y una hidratación diaria para mantenerla saludable. “La mejor regla para no equivocarse es elegir una crema de textura ligera con un factor de protección solar por encima de 15 si la vamos a usar por las mañanas. Si nuestra piel es resistente podemos atrevernos con alguna crema con vitamina C o retinol, dejando el uso de ácido retinoico y otros a la indicación y supervisión de un dermatólogo”, recomienda Virginia Sánchez.
Fuente: elmundo.es
hola, tengo 34 años , y no le tengo mas miedo a otra cosa, más que a emvejecer. Vivo en la ciudad de NY y cuando hace frio, hace frio!!
¿Para estar joven y terso que me recomiendan que haga? ¿Cómo debo cuidar mi piel?
Especialmente en climas frios, es importante mantener hidratado el cuerpo.
No sólo basta con una crema corporal, sino que debemos hidratarnos desde dentro tomando suficiente líquido.
Como siempre, al menos un par de litros de agua serán suficientes.
De igual manera, hay que evitar los baños prolongados con agua extremadamente caliente, ya que esta hace que la piel evapore más líquido.