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¿Decides tu alimentación con el cerebro o con el estómago?

Un equipo científico descubrió que las diferencias en la estructura de la corteza prefrontal del cerebro definen si la persona tenderá a tomar decisiones alimentarias más o menos saludables.

Estás a punto de ordenar tu comida y dudas entre la opción saludable y la poco nutritiva. Más allá de tus gustos y análisis racionales, la decisión que tomes dependerá de la anatomía de tu cerebro, según revela un estudio reciente.

Las diferencias en la estructura de la corteza prefrontal predicen la capacidad de un individuo para elegir alimentos más saludables, indica un análisis hecho en hombres y mujeres sanos publicado en la revista científica Journal of Neuroscience.

“Mantener una dieta saludable requiere elegir constantemente alimentos saludables en vez de otros quizá más tentadores que pueden satisfacer un antojo inmediato, pero que tienen consecuencias negativas para la salud.

Las personas varían en su capacidad para ejercer tal autocontrol, lo que se ha relacionado a las diferencias individuales en la actividad cerebral monitoreada en tiempo real”, explica la publicación.

En el estudio se examinaron si las diferencias más estables en la anatomía del cerebro podrían explicar las variaciones en el autocontrol.

El equipo de investigación halló que un mayor volumen en la corteza prefrontal dorsolateral y ventromedial se asoció con un mejor autocontrol dietético en diferentes objetivos de dieta y grupos de participantes.

“Dado que la estructura del cerebro, como la conectividad, puede cambiar con el tiempo en respuesta al estilo de vida, estas regiones del cerebro representan objetivos clave para explorar en el diseño de intervenciones que promuevan elecciones saludables”, indican en el documento.

Analizando datos de tres estudios previos y generalizando sus resultados a un cuarto conjunto de datos independientes, los científicos confirmaron el importante papel de estos marcadores anatómicos en las decisiones que tienen efectos a largo plazo sobre la salud y el bienestar.

Fuente: Liane Schmidt

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