Cuando tienes tiempo límite para entregar un trabajo y tu agenda está llena, pensar en solo comer saludable no es una opción para ti. Algunas comidas pueden ayudarte a liberar el estrés y aliviar la tensión; solo debes saber qué comer.
Esta es una lista de algunas comidas saludables para tus momentos difíciles.
1. Chocolate amargo
Un bocado (no kilos) ayuda a regular tu nivel de estrés. El cacao tiene antioxidantes que hacen que los vasos sanguíneos se relajen, bajen la presión arterial y mejorar la circulación.
2. Vegetales verdes
Algunos vegetales como las espinacas producen dopamina, un químico que ayuda a tu cerebro a sentir placer y te mantiene calmado. Algunos estudios revelan que comer más vegetales te hacen sentir más calmado, feliz y con energía.
3. Pechuga de pavo
Este alimento contiene un aminoácido que ayuda a la producción de serotonina, sustancia que regula el hambre y la sensación de felicidad y bienestar. También tiene triptófano, que puede tener un efecto calmante.
4. Blueberries
Los antioxidantes y fitonutrientes de estos frutos ponen la cara por ti ante el estrés. Incluso, se ha demostrado que quienes los consumen fortalecen su sistema inmune.
5. Avena
Los carbohidratos ayudan a tu cerebro a producir serotonina, la misma sustancia que regulan los antidepresivos.
6. Arándanos
Los antioxidantes y fitonutrientes en esta fruta ayuda a tu cuerpo a enfrentar el estrés y combatir los radicales libres relacionados con el estrés.
7. Yogurt
Aunque suene extraño, las bacterias en tu estómago podrían ser la causa de tu estrés. Los probióticos en el yogurt reducen la actividad cerebral en áreas asociadas con las emociones, incluyendo el estrés.
8. Salmón
Cuando estamos estresados, hormonas asociadas con la ansiedad, como la adrenalina o la cortisona, están al tope. Los ácidos grasos Omega 3, presentes en el salmón, tienen propiedades que contrarrestan estas hormonas.
9. Leche
La vitamina D, presente en la leche, es un nutriente que promueve la felicidad. Un estudio asoció la falta de esta vitamina con el riesgo a padecer pánico y depresión entre adultos de más de 50 años.
Fuente: Lindsay Funston