Abandonar los alimentos favoritos es lo peor que puede hacerse cuando se intenta controlar el peso, porque los vuelve más deseables y hace que te sientas privada de ellos, y que cuando estés estresada o deprimida puedas sucumbir al deseo y darte un banquete.
La clave es “caer en la tentación, controlando la raciónâ€, es decir: comer un poco en vez de atiborrarse: en el caso de los dulces, comer unas cucharadas de helado en lugar de un bote entero, un minichocolate en vez de una tableta, unas galletas de mantequilla, en lugar de una lata entera.
En cuanto a la odiada balanza, pesarse continuamente para evaluar el resultado de un régimen sólo conduce a altibajos emocionales, ya que el peso corporal puede cambiar de un día para otro o incluso a lo largo de un mismo día debido a la ingestión y eliminación de líquidos.
Estas variaciones pueden hacer que las obsesionadas por la balanza se desanimen si no perciben cambios o se sienten más seguras permitiéndose algún desliz calórico si descubren una pequeña bajada de peso.
Lo ideal es pesarse una vez a la semana: una reducción de 200 a 500 gramos semanales significa que estás en el buen camino.
Ejercicio físico: cansarse sin extenuarse
Combinar una dieta de reducción calórica con un programa de actividad física intensa probablemente te deje tan cansada y dolorida, que sientas la tentación de abandonar la gimnasia.
Lo mejor es ir aumentando el ejercicio poco a poco sin exigirse demasiado, centrándose más en el bienestar que éste produce que en la cantidad de calorías que quema.
Además de ayudar a bajar de peso, al quemar calorías y acelerar el metabolismo, la actividad física aumenta la motivación para mantener una dieta saludable, al reducir el estrés, dar más energía, ayudar a dormir y hacerte sentir que controlas tu vida.
La recompensa
Cambiar de estilo de vida es un duro trabajo que requiere refuerzos periódicos para mantener la motivación: concédete pequeños premios ‘no comestibles’ (una película, un CD musical, unos pendientes) cuando alcances una meta, incluso el primer kilo menos.
Los especialistas no aconsejan fijarse objetivos demasiado ambiciosos, sino intentar reducir no más del 10 por ciento del peso corporal por vez, lo cual mejora la salud al reducir la tensión arterial y el nivel de colesterol, lo cual ya es un logro.
Mantenerse también es difícil: una vez que llegas al peso deseado no dejes de felicitarte por el esfuerzo que te supuso, ya que entonces no tendrás el aliciente de ver como pierdes gramos. ni la atención de los demás.
Fuente: MSN