Desde el descanso, la alimentación y la hidratación, existen varios factores a considerar antes, durante y tras correr un maratón para asegurar un buen desempeño y concluir sin complicaciones.
Si tu carrera está a la vuelta de la esquina, lo primero que debes prever es llegar a esta descansado, con buen tono muscular y una reserva considerable de energía.
Con este fin en mente, evita que el entrenamiento previo al gran día sea extenuante; procura dormir, mínimo, ocho horas diarias, y aumenta tu consumo de frutas, arroz, pastas, papa, avena y pan, pues tales alimentos te darán reservas de glucógeno, necesario para la carrera.
Algo de lo que se debe prescindir es del consumo de grasas, por lo menos tres horas antes de que arranque el maratón; de preferencia, realiza un desayuno ligero que incluya avena, leche con cereal, barras energéticas o pan tostado.
Ya estando en marcha en pleno maratón, la hidratación es crucial. Toma sorbos de agua o bebidas rehidratantes cada 15 minutos. Para combatir la fatiga, puedes consumir una barra energética en los kilómetros 15 y 30, y llevar contigo algunos sobres de miel, cajeta o mermelada te brindará el impulso energético necesario.
Al término de la demandante carrera, no abuses de las bebidas por más sed que tengas; modera tu consumo de líquidos en las primeras horas después de correr, y haz lo mismo con los alimentos, por lo menos durante los primeros 30 minutos.
Asimismo, evita los alimentos pesados e irritantes, y prioriza la fruta y los cereales para recuperar las reservas de glucógeno.
Finalmente, el reposo es clave en este periodo. Correr un maratón no es cosa fácil, por lo que una semana tranquila y de descanso está más que merecida; independientemente de tu resultado en la carrera, evita realizar actividades físicamente extenuantes, y modera tus entrenamientos.
Fuente: ClikiSalud