Para reducir el riesgo cardiaco de los hombres de mediana edad y mayores hacen falta apenas cinco hábitos de estilo de vida saludables para el corazón, según señala un nuevo estudio.
Incluso los hombres que estaban siendo tratados por hipertensión e hipercolesterolemia mostraron una reducción en el riesgo de enfermedad cardiaca cuando dejaban de fumar, se mantenían delgados, hacían ejercicio a diario, bebían sólo una cantidad moderada de alcohol, y mantenían una dieta saludable.
El estudio de 16 años de casi 43,000 hombres entre los 40 y 75 años de edad fue publicado en la edición del 4 de julio del boletín Circulation.
El estudio evaluó el impacto sobre la salud de cinco conductas saludables para el corazón. En detalle, estas conductas incluían mantener un índice de masa corporal (IMC) de menos de 25 (el umbral para el sobrepeso) y hacer ejercicio diariamente durante al menos 30 minutos. El consumo moderado de alcohol se definió como un promedio de media bebida a dos bebidas por día. Una dieta saludable incluía frutas y verduras, fibra de cereales, nueces, legumbres, pollo y pescado, una ingesta baja de grasas saturadas y tomar un multivitamínico durante por lo menos cinco años.
Entre todos los hombres en el estudio, 2,183 tuvieron un ataque cardiaco o desarrollaron enfermedad cardiaca coronaria fatal durante el periodo del estudio.
Los hombres que adhirieron a los cinco hábitos saludables fueron 87 por ciento menos propensos a desarrollar enfermedad cardiaca coronaria, en comparación con los hombres que no tenían ninguno de los hábitos saludables, encontró el estudio.
Los investigadores concluyeron que el 62 por ciento de los eventos coronarios en el grupo general de estudio pudieron haber sido prevenidos si los hombres del estudio hubieran adherido a los cinco hábitos saludables.
Los investigadores también encontraron que estas conductas saludables podrían prevenir el 57 por ciento de los eventos coronarios entre los hombres que tomaban medicamentos para la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia.
“Una de las fortalezas de este estudio es que cada dos años recolectamos información actualizada detallada sobre factores de estilo de vida, como el IMC o la situación de tabaquismo, y también confirmación médica de la enfermedad cardiaca recién diagnosticada”, señaló en una declaración preparada la principal autora del estudio Stephanie Chiuve, becaria de investigación del departamento de nutrición de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
Fuente: HealthDay