A la hora de elegir el protector solar, asegúrate de evitar los productos con sustancias químicas nocivas y las afirmaciones publicitarias falsas.
En 2021, el Environmental Working Group analizó 500 protectores solares más, con lo que el total superó los 1.800 productos, y descubrió que el 75% no ofrecía una protección solar adecuada o incluía ingredientes considerados nocivos.
La respuesta no es desesperarse y decir que ningún protector solar es seguro. Hay al menos 200 protectores solares de uso recreativo que obtuvieron el visto bueno.
Además, los consumidores deben confiar siempre en las prácticas seguras para tomar sol en primer lugar, y luego en la aplicación del protector solar, dicen los expertos.
Una buena camiseta bloquea los rayos del sol de forma mucho más eficaz que un mal protector solar. La tela proporciona un pequeño espacio entre la piel y los rayos, y además se encarga de ocluir gran parte de los rayos.
Cubrirse la piel, usar sombreros, evitar el sol del mediodía y tener cuidado con los niños, por su mayor susceptibilidad son buenas opciones. Hay muchas herramientas en esa caja de herramientas de protección solar: el protector solar es solo una de ellas.
Según la FDA de EU, tras una sola aplicación, es posible absorber en el torrente sanguíneo un total de siete sustancias químicas que se encuentran habitualmente en los protectores solares a niveles que superan los umbrales de seguridad.
Un estudio de la FDA reveló que, tras cuatro días de uso de protectores solares, los participantes en el estudio seguían presentando niveles inseguros de dos de las sustancias químicas (oxibenzona y homosalato) en las muestras de sangre tomadas 21 días después de que los sujetos dejaran de utilizarlos.
Esto no significa necesariamente que los productos de protección solar sean inseguros, según la FDA, pero los fabricantes deben realizar pruebas de seguridad adecuadas.
Una opción mineral
Para los que se preocupan por la entrada de sustancias químicas en el torrente sanguíneo, hay dos tipos de ingredientes minerales (no químicos) de protección solar considerados seguros y eficaces por la FDA: el dióxido de titanio y el óxido de zinc.
Los protectores solares hechos con minerales desvían y bloquean físicamente los rayos solares, a diferencia de los protectores solares con filtros químicos que absorben los rayos UVB y liberan calor al descomponerse.
Otra ventaja: los ingredientes minerales no parecen dañar al medio ambiente.
El factor SPF
El factor de protección solar, o SPF, es lo que la mayoría de los consuimidores miran cuando eligen un protector solar: cuanto más alto sea el SPF, mejor, ¿verdad? No es así.
Según la FDA, elegir un SPF de más de 100 no protege más que un protector solar con un SPF de más de 60. Esto se debe a que no hay datos fiables que demuestren que los protectores solares puedan proteger más allá de un nivel de SPF de 60+.
Además, el SPF solo aplica a los rayos UVB que causan quemaduras solares y no a los rayos UVA que, según los expertos, penetran más profundamente en el tejido cutáneo, causando envejecimiento y daños duraderos en las células de la piel.
Por eso los dermatólogos recomiendan utilizar siempre un protector solar de “amplio espectro”, que proteja tanto de los rayos UVA como de los UVB.
Otro aspecto que preocupa a la FDA es el posible peligro que suponen las formas de aplicación de protectores solares en spray y en polvo. Los aerosoles son potencialmente inflamables, y tanto los aerosoles como los polvos pueden entrar en los pulmones si las partículas son lo suficientemente pequeñas.
Fuente: Environmental Working Group